sábado, 23 de marzo de 2013

Matar el tiempo

                Hace más de 2.000 años, Nemrod, nieto de Moisés, plantó un palo en el suelo e inventó el reloj. Fue el primero en dividir el día y la noche en doce horas, respectivamente. Está mal decirlo siendo de la familia, pero...¡Mi nieto es tonto! Por su culpa llevo a mi peor enemigo atado en la muñeca. Ojalá le hubiesen dado una colleja a tiempo ¿Quién le mandaba inventarlo? Estos críos de hoy siempre saliéndose con la suya...¡Y lo que es más grave! ¿Por qué hizo los días de 24 horas? ¡No da tiempo a nada! Terminas de trabajar y ya tienes que echarte a dormir. Al menos, ya puestos, podría haber hecho las noches más largas para pegarnos mejores juergas. En fin, el chaval tenía pocas luces...¡Ahora me paso el día contando minutos! Siempre apurado, siempre preocupado por si llego pronto, tarde, o no llego. Tiene narices que algo ideado para controlar el tiempo acabe controlándonos a nosotros. Lo lanzaría por la ventana, lo aplastaría con un martillo, lo acuchillaría sin piedad. Lástima que sea él quien nos mata, y no al revés.

                   
         

            Hora de levantar, hora de trabajar, hora de coger el autobús, hora de acostar. Mi reloj es jefe y amigo; me organiza, me avisa y me mete prisa. Me da tiempo y me lo quita...Si lo miro me cabreo; si no, me pierdo ¡Lo ojeo tanto que creerá tenerme enamorado! Ni contigo ni sin ti, reloj. Cuanto más te necesito más te odio, extraña relación. Empiezo a pensar que sólo eras bonito tras el cristal de aquella tienda ¿Por qué tuve que comprarte? Pesas en la muñeca y aún más en la mente, me obligas a correr más que tus agujas. Muero de ganas por tener vacaciones, para encarcelarte en un cajón y dejar que el sol borre de mi brazo tu huella blancucha.


                   

                  No sé vosotros, pero cada día que pasa valoro más los minutos. Cinco para leer las noticias, 15 para comer,  4 de descanso para un café, 22 para ver una serie, 10 para regresar a casa y  6 para esa cerveza fría. No es lo mismo un minuto más en la cama que uno menos, adoro robarle tiempo al reloj bajo las sábanas. Ese minuto interminable para salir del trabajo, o ese minuto di-minuto antes de entregar un examen. Un simple minuto para impresionarte o meter la pata, un minuto de gloria o de bajón. Minutos que se olvidan...minutos que recuerdas. Gracias por gastar algunos leyendo este blog. 
             

9 comentarios:

  1. ¡Que los dioses confundan al hombre que descubrió como distinguir las horas! ¡Y que confundan al que, en este lugar, colocó un reloj de sol que corta y destruye mis días, con tal perfidia, en pedazos! Cuando era un muchacho, mi estómago era mi reloj de sol… uno más seguro, veraz y exacto que cualquier otro. Ese reloj me decía cuándo era el momento apropiado para cenar, cuando tenía necesidad de comer; pero, hoy en día, aunque lo tengo, no puedo seguirlo, a menos que el Sol me dé el visto bueno. La ciudad está llena de esos confusos relojes…

    Esto ya lo decía Plauto hace 2000 años y parece que vamos a peor. La única forma que nos queda de ser libres de las tiranías de las agujas es morirnos y, aún así, los que sigan aquí se empeñarán en destacar que nos fuimos hace un año, dos, tres... El caso es medirlo todo.

    Me ha encantado tu post de hoy.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar tan bien. La foro la escogí pensando en plato frío jaj

      Eliminar
    2. Sí que me lo recordó un poquito, jeje...

      Eliminar
  2. Ya conocemos lo que dijo Cortazar: "No te regalan un reloj, el regalado eres tú"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto! Lo escuché en un anuncio hace años. En fin...siempre que hablo de algo hay alguien que habló de lo mismo, y encima mejor. Qué pena haber nacido tan tarde jaj.

      Muchas gracias por seguir pasando por aquí, eres muy bienvenido.

      Eliminar
    2. DICES: "siempre que hablo de algo hay alguien que habló de lo mismo, y encima mejor". Creo que todos sentimos lo mismo, y es una realidad. En Jazz pasa con los 'standards', dos diferentes interpretaciones de Gershwin pueden ser una maravilla y una cagarruta.

      ¡¡Y no maldigas tu juventud hombre, exprímela!!

      SALUD!!!

      Eliminar
  3. En algo te doy la razón, estás siempre andando con prisas para todo y eso te va a matar. Tómate las cosas con más calma que a todo se llega, y bien. La rutina, ¡Menuda mierda!

    ResponderEliminar
  4. Contar las horas, los minutos, hacen la vida difícil de ser vivida, creo que el tiempo es una variable más de este mundo, pero no la fundamental.

    Buen blog, me quedo.
    Un abrazo.
    HD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo por costumbre cotillear un poco cada vez que se une alguien nuevo al blog, y me has dejado completamente sorprendido ¡Pedazo de blog el tuyo! Todo un honor tenerte en este rincón, gracias. Me alegro mucho de que lo hayas encontrado.

      Un abrazo, nos leemos.

      Eliminar