martes, 31 de enero de 2012

Consulte a los expertos

         Allí donde haya un hombre inseguro ante una señorita habrá un puñado dispuesto a aconsejarle. Bocas llenas de remedios. Todos afirmarán tener el infalible secreto que la atraerá definitivamente. Esto siempre ha sido así, no hay que darle muchas vueltas. Si no lo crees solo debes exponer tu peliaguda situación ante un comité de machos y esperar a que lluevan soluciones. Más te vale llevar un pulpo taquígrafo o no darás abasto ni con 15 oídos.          

         Derrochan sabiduría y confianza. Da igual lo jodido que estés. Ya puede tratarse de miss universo; ya puede ser lesbiana. No importa, toma aire y tranquilízate. Todo irá como la seda. Consejos con sello de calidad que pasaron de padres a hijos durante generaciones, cual receta de galletas.



         Por poner alguna pega, es sospechoso que todos los secretos sean distintos y todos funcionen. “Deja de llamarla y verás”, dice uno. “Llámala cada dos minutos y verás”, jura otro. Mi preferida sigue siendo "hazme caso, que yo de esto entiendo". Si todo vale sólo hay dos opciones: o ligar es lo más sencillo sobre la faz de la Tierra o hay gato encerrado. Ambas son válidas, exceptuando la primera.

                Abundan los tíos aburridos de ligar. Qué suplicio ser tan irresistible y sabio. Incluso se permiten el lujo de opinar sobre modelos de revista. "A esta le daría un viaje....A esta no".  La opinión de la chica es irrelevante. Si tan fácil es ¿por qué regresan solos a casa cada sábado?

                   He de reconocer que yo también soy de los que dan consejos. A todos menos a mí.

Hasta pronto.

domingo, 29 de enero de 2012

Toca crecer

                       Llega un día en el que te da por pensar. Sí, pensar. Antes no solías hacerlo, algo ha cambiado. Piensas en lo que eres y en lo que fuiste. Sigues llamándote igual, pero tienes la sensación de ser otra persona. Vistes distinto, te peinas distinto, hablas distinto, buscas cosas distintas. Observas viejas fotografías y ni siquiera recuerdas habértelas hecho. Sales en ellas y supones que ocurrieron. Te ves a bordo de un coche que cambia de velocidad, pero nunca se detiene.



             La infancia quedó atrás hace demasiados kilómetros. También la adolescencia. Incluso la universidad, por mucho que cueste reconocerlo. Desconoces el paradero de personas que antes considerabas íntimas, sus coches tomaron otro desvío. Vives en otra ciudad, sales con otra gente y valoras distintas cualidades. Ya no tienes hora de volver. No estudias, ahora trabajas. Disfrutas de forma distinta y criticas comportamientos que antes tenías tú. Te da igual hacer el ridículo, no tienes nada que demostrar.

                  Parece que has madurado sin querer. De todos modos, sigues riéndote siempre que alguien se tira un pedo. 

Sigue soñando




Cada vez que me veo al espejo,
 todas estas líneas en mi rostro se hacen más claras,
 el pasado se ha ido, pasó como el amanecer al 
anochecer, todos tienen que pagar sus deudas en la vida.

Sí, sé que nadie sabe de dónde viene 
ni a dónde va, 
sé que es el pecado de todos,
 tienes que perder para saber ganar.

La mitad de mi vida está escrita en
páginas de libros, 
vivir y aprender de los tontos y de los sabios
sabes que es cierto, 
todas las cosas regresan contra ti.

Canta conmigo, canta por los años, canta
por las risas y canta por las lágrimas.
Canta conmigo, hazlo ahora porque tal vez
mañana el buen señor te llevará.

Sueña, sueña, sueña
sueña un sueño hecho realidad,
sueña, sueña, sueña, y
sueña hasta que tus sueños se hagan
realidad, sigue soñando.

Cosas que "adoro"

  • Adoro caminar por la acera y que el de delante vaya despacio.
  • Adoro entrar al baño de un bar y que el suelo esté encharcado.
  • Adoro a los camareros que preguntan "¿qué marca?" y luego te ponen garrafón.
  • Adoro enterarme el último.
  • Adoro a las personas que saludan un día sin otro.
  • Adoro salir con una pareja y que no dejen de besarse.
  • Adoro cuándo no hay papel.
  • Adoro el "no eres tú, soy yo"
  • Adoro conversar con una chica y que luego me pida el móvil de mi amigo.
  • Adoro tener que dar siempre el primer paso. 
  • Adoro a los tíos que saludan retorciéndote un pezón.
  • Adoro el "no estoy preparada para una relación".
  • Adoro el reguetón.
  • Adoro que me aconsejen subirme la bragueta en mitad de un discurso.
  • Adoro tratar de animar a un amigo y dejarlo peor de lo que estaba.
  • Adoro a los que siempre saben más que yo.
  • Adoro a los que pulsan el botón de ocupado en msn.
  • Adoro que sólo me llamen guapo y me envíen besos por tuenti.
  • Adoro regresar a casa sólo tras una noche de juerga.
  • Adoro que me derramen una copa encima a los cinco minutos de salir.
  • Adoro pedir una cita y que la respuesta sea  ¿¿¿¿CONTIGO???
  • Adoro a los que cuentan el chiste hasta que te ríes.
  • Adoro a los hombres que, al tener pareja, juran ser expertos en seducción.
  • Adoro hablar de alguien que tengo justo detrás.
  • Adoro salir con alguien y que no pare de mirar el reloj.
Y tú ¿Qué adoras?


sábado, 28 de enero de 2012

Que alguien me lo explique.

           Hay palabras que deberían estar mejor definidas ya que provocan demasiados quebraderos de coco. Sus significados no están claros y cada uno las entiende a conveniencia. El problema  es que pasamos la vida creyendo que nuestra definición es la universal y acabamos más chafados que un mazapán. Será mejor utilizar el diccionario, que no sólo sirve para calzar mesas o partir nueces.

              -Amistad: afecto personal, compartido con otra persona, que nace y se fortalece
               con el trato. Afinidad. Conexión.
              -Amor: Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. Tendencia
               a la unión. Sentimiento hacia otra persona que nos completa, alegra y da
               energía para comunicarnos, convivir.

         [Modo Ironic on] Sí, la diferencia es clara [Modo ironic off]. Hasta comienzan con las mismas letras. Parece que han hecho un copia-pega rápido porque tenían ganas de irse al café. No sabían la que se iba a armar.

         Cuando era pequeñito lo tenía bastante claro. Mi papá y mi mamá estaban enamorados; Aquel niño era mi amigo porque jugábamos al balón. Así de simple. Unas palabras tan bonitas no podían hacer daño a nadie. Todo era paz y felicidad. El mundo olía a rosas y sabía a piruleta. La profe de religión, con sonrisa en boca, afirmaba: ¡¡¡¡amemos a nuestros amigos!!!! Me da que muchas mujeres malinterpretaron la frasecita dichosa. Juegan con nosotros, y no es a la pelota. Lo hacen con fuego y el que se quema eres tú.


        Chica fuera de mercado conoce Chico soltero. Chica dice estar en crisis de pareja, así como por casualidad. Chica se desahoga con Chico y le llama buen amigo. Le abraza. Chico se conforma con la amistad, pero Chica comienza a vacilar. Chica dice que Chico es perfecto y que no entiende cómo no tiene Chica. Chico se fija en Chica. Chica sigue dando alas, piropea y hace que Chico se sienta Hulk. Chica deja a Novio y el primero en saberlo es Chico. Ambos cruzan miradas. Chico está nervioso y no para de pensar. Ya no duerme por las noches y se ve reflejado en las canciones de Maná. Chica no puede ponerlo más fácil, necesita quedar con Chico a solas. Le gusta. Chico obedece sin rechistar y sin darse cuenta acaba en cama ajena. Chico está orgulloso y vuelve a casa utilizando las aceras como pista de baile. Ha encontrado el amor sincero. De pronto, Chico recibe un mensaje: "Necesito tiempo para pensar. Seamos amigos". Chico se hunde y termina comprobando que Chica necesitaba tiempo, sí, pero para encontrar a otro. Chico se hace cuenta en forocoches. Fin.

Hasta pronto.

jueves, 26 de enero de 2012

Esas webs que tanto odio...y que tanto uso.

                  ¿Por qué nos tomamos tantas molestias en resultar estúpidos? No sé si las neuronas escasean desde el comienzo de los tiempos o si todo empezó con las redes sociales.  Al menos hace años no era tan evidente nuestra tontuna. Vayamos a una tienda de cerebros y encarguemos algunos, por favor. Con suerte llegarán sin retraso.

             Parece que tengamos complejo de famosos y de paparazzi al mismo tiempo. Rara combinación. Los famosos están hartos del acoso mediático; nosotros nos acosamos a nosotros mismos. ¿No os dais cuenta de que a nadie le importa si estáis tristes, si estáis contentos, si manejáis bien el photoshop, si lleváis 6 perfectos meses con vuestra pareja, si la noche del sábado fue increíble (de mala) o si os gustan las alubias en escabeche? Qué manía.


               La cuestión es aparentar. Aparentar una vida tan interesante o más que la del resto. Aparentar belleza (veasen fotos de perfil en ángulo contra-picado), aparentar relaciones perfectas y sin cuernos, buena estatura o hermosos morritos de pato. Algunos ya solo sonríen en las fotos. ¿Por qué no se aparenta más inteligencia?

Hasta pronto.

Las cosas cambian

                  Hasta las mejores series de televisión pasan por malas temporadas. Los decorados son los de siempre, pero ya no ríes tanto con esos chistes que en su día te provocaron arrugas ni comprendes por qué desaparecieron tantos personajes principales sin previo aviso. Los argumentos parecen girar en la dirección errónea, la originalidad escasea y te invade el aburrimiento ¿En qué momento se torció aquello que prometían eterno? Más y más episodios siguen saliendo de fábrica, como chorizos. De vez en cuando se salva alguno y crees sentir, por unos segundos, que es posible regresar al pasado. 


                   Así está siendo la temporada 21 de una serie que llamo vida. Me abandonan protagonistas que juraban quedarse, les dediqué lo mejor de mí. El guión ha perdido frescura y se mantiene a la pata coja. Adoro tirarme en el sofá, abrir una cerveza bien fría y ojear lentamente esas entrañables fotografías que un día fueron presente.


Hasta pronto.

Hablemos serio

           Incluso el “campuzo” más profundo sobre la faz de la Tierra (Ese tipo con pañuelo de tela, palillo interdental, buzo azul como único atuendo y acequia como lugar de peregrinaje) sabría definir con todo lujo de detalles y muecas el significado de la palabra topless (del latínmelonae ac descubertum”). Luego dicen que en España tenemos mal nivel de “Inglish  Pikinglish”.

            Qué entrañables momentos pasamos en los quioscos ojeando suculentas portadas de revista a la vez que, robóticamente,  abrimos algún catálogo de jardinería con afán de disimulo. Cabe mencionar que el “topless” no es solo cosa de famosas deseosas por empujar su carrera. De entre los muchos tipos de desnudo existentes (artístico, erótico, etnográfico, pornográfico…), uno nos pilla muy cerca: EL PLAYERO. Es de fácil hallazgo a lo largo de las costas españolas durante los meses de calor ¿Cuál es el motivo? ¿Es que ha subido el precio del bikini? 

            Cuando el destape es llevado a cabo por una modelo, actriz o cantamañanas televisiva, no vemos nada de malo en ello, al contrario. Pero… ¿Y si la esporádica nudista es tu madre, hermana, novia o (dios no lo quiera) abuela? Parece que la cosa cambia. Algo parecido debió de ocurrirle al gran Da Vinci mientras pintaba la Gioconda. Se dice que primeramente fue retratada desnuda ¿Por qué? Porque no la conocía. Intuyo por qué la vistió.

           No hace mucho escuché en boca de un conocido la siguiente anécdota. Buscando solucionar ciertos conflictos de pareja, propuso a su señora novia unas vacaciones en Salou. Ella aceptó sin miramientos. Ya en la playa, el enamorado hizo un alto en el camino para visitar el chiringuito mientras Dulcinea tomaba el sol. Necesitaba una hidratante cerveza con urgencia. Cumplida su misión, emprendió el camino de regreso a base. En ese período disfrutó de todos los topless…de todos menos de uno. Y es que en póker, amigos míos, el ganador no gusta de enseñar sus cartas. Allí donde haya un hombre con rotores  por ojos, habrá otro poniendo en entredicho lo de “No quiero que el bikini me haga marca, cariño”. Verídico.


            Es de complicada comprensión que esa chica que te abofeteó en aquella ocasión por no mirarla a la cara mientras hablabais, sienta un deseo irrefrenable de quitarse el sostén cuando sus pies entran en contacto con la arena. Aconsejo a Iker Jiménez el estudio de este tema como posible actividad paranormal.  Muchas “toplessianas” alegan que no sienten vergüenza de mostrarse como Dios las trajo al mundo (algunas no han cambiado demasiado) ya que, en la playa, están rodeadas de completos desconocidos. Y yo me pregunto: ¿Quién merece más el don de ver sus dones? ¿El tío que lleva años pagando Fantas o el completo desconocido? Un poco de sentido común, por favor.

            Según un estudio publicado en una revista británica, detenerse a observar los pechos femeninos  aumentaría la expectativa de vida masculina en 5 años. Los investigadores afirman que tan sólo 10 minutos de este ejercicio, pueden reemplazar media hora de gimnasio.

            También es cierto que estar rodeado de chicas en paños menores puede llevar a cualquier hombre a la más absoluta demencia. Un diminuto hombrecillo, sentado en nuestro hombro derecho, nos sugiere mirar. Otro, en el izquierdo, nos pide respeto ¿Qué hacer? ¿Arriesgarse a ser tachado de obsceno o arriesgarse a ser tonto? Si miras, mal…si no miras, peor. Recomiendo el uso de gafas de sol… y no por los rayos uva.

Hasta pronto.