sábado, 28 de diciembre de 2013

Comiendo pipas

           De pronto cambiaron. Tenían los mismos ojos pero distinta mirada. Dejaron de sentarse con nosotros en el parque y comenzaron a hacerlo dos bancos más allá, junto a los setos, donde no pudiéramos oírlas. Cuchicheaban al oído. Cuchicheaban y reían escandalosamente, con emergente maldad, sin querer contarnos qué era aquello tan gracioso. Tampoco querían columpiarse alto, ni jugar al escondite, ni comer pipas como siempre solíamos hacer. Solo nosotros seguíamos comiéndolas, bolsa tras bolsa, qué sed daban. Cada tarde llenábamos el suelo de cáscaras mientras, inútilmente, tratábamos de conservar la calma y asimilar lo ocurrido. "Ya se les pasará", pensábamos. A veces nos miraban de reojo, con insultante indiferencia, y seguían a lo suyo. Ojalá en la escuela enseñasen a leer los labios.


                 La situación era tan intrigante que mis amigos decidieron nombrarme espía. No aguantábamos ni un minuto más. Repté hacia ellas entre los árboles, silencioso cual serpiente. La emoción me poseía y creo que hasta me temblaba el pulso. Justo antes de ser descubierto alcancé a escuchar algo sobre tetas y sujetadores. Al verme se alarmaron mucho y me llevé dos bofetones...Para ser chicas tenían mucha fuerza. Días después, entre todas, raptaron a mi mejor amigo y le preguntaron si sabía dar besos con lengua. No nos contó demasiado, pero regresó extrañamente contento. Aquella fue la última tarde que se dejaron caer por el parque. Las veíamos pasar por la carretera, subidas en las motos de chicos de bachillerato. Según mi padre se habían convertido en mujeres. A nosotros todavía nos quedaban muchas pipas por pelar. Nos quedaban y nos quedan. 

sábado, 9 de noviembre de 2013

Muertos vivientes

"Lo que cuenta no son los años en tu vida sino la vida en tus años"

          Evitamos pensar en la muerte, la idea de desaparecer nos aterra. Sabemos que terminará sucediendo, que nacimos con boleto ganador, pero preferimos creer que la suerte nunca nos acompañará en ese sorteo. La situamos lejos, muchísimo, tanto como permitan las estadísticas. Prácticamente nos auto-convencemos de que, al menos, rondaremos los ochenta. Es una cifra que tranquiliza siempre y cuando no acabes de soplar setenta y nueve velas. Pensamos tenerlo todo bajo control, somos así de estúpidos, y miramos la vida como quien observa el horizonte desde la orilla del mar. El tiempo parece sobrar por los cuatro costados y allí, donde termina el agua y comienza el cielo, situamos nuestros sueños. Ya habrá tiempo de cumplirlos, de ser felices, de experimentar...Ya habrá tiempo de todo. Solemos escupir montones de excusas "Ahora no es momento" "Ahora no puedo" "Ahora estoy ocupado".  El horizonte está plagado de viejos sentados en bancos que pasan sus últimos días lamentándose por aquello que no hicieron. Hablan de oportunidades perdidas y, de vez en cuando, le miran el culo a las chavalas.


              La frase con la que doy comienzo no es mía, la pronunció Adlai Stevenson.  Aparece en un artículo que leí hace un par de días y tuve que echarla al carro. Es de esas citas célebres que funcionan a modo de espejo y en su reflejo puedes verte genial o absolutamente fracasado. Por suerte me vi guapo, incluso bien peinado, ojalá os ocurra lo mismo.  No sé si son tonterías de la edad, pero últimamente ando sufriendo terremotos en mi filosofía. Me cuestiono las cosas, vete tú a saber por qué. Algo me dice que se puede vivir de mil maneras, que existen infinidad de experiencias por probar, suelos que pisar, conversaciones que tener, opiniones que cambiar, besos que dar, personas que conocer, carcajadas que soltar y fotografías que sacar, pero mirando a mi alrededor encuentro demasiada mediocridad. Seres profundamente mediocres y vacíos. Por insultante que suene, si la vida son dos días a muchos les sobraría con uno. Queremos existir tropecientos años, cuantos más mejor...¿Hacemos algo valioso con ellos? ¿Qué porcentaje real de nuestras posibilidades exprimimos? ¿Merece la pena una vida cargada de años y vacía de experiencias? Despertad, joder. Haced cosas ¿Quién os asegura que no moriréis mañana?

            Nos meten en la cabeza que tenemos que ser normales, no llamar demasiado la atención, pisar donde otros han pisado para no correr el riesgo de hundirnos. "Estudia, olvídate de tocar la guitarra y búscate un trabajo fijo, aguanta lo que te eche el jefe porque la cosa está muy mal, no cuentes lo que piensas, ahorra, sigue ahorrando, cásate y no mires a otras, ahorra más, gástatelo todo en una casa que no puedes pagar, ten hijos y, cuando te lo permita el calendario, vete a Benidorm a bailar los pajaritos." Qué gozada ¡Una vida cojonuda! He visto muertos más vivos. Lo respeto, claro está, pero me niego a aceptar que solo las personas con mucho dinero puedan conseguir lo que desean. 


Termino recomendándoos este pedazo de blog, www.hanakanjaa.com, más concretamente una entrada llamada "Justificando la mediocridad". Habla un poco de esto mismo, seguramente mejor que yo. Recibió miles de visitas, 313 comentarios y lo más importante, creó mucha polémica. Voy a tomarme la libertad de despedirme copiando una de sus frases, me parece brutal.

"Me he dado cuenta de que muchas personas necesitan que un grande como Álvaro Bultó sufra una desgracia para justificar su vida de mierda"

         

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Cuesta

              Supongo que somos muchos los que pensamos en el futuro y sentimos vértigo, frío. En España, como poco, unos seis millones de personas. Lástima que no me consuelen los males de muchos, soy así de chulo. De un tiempo a esta parte se me ha olvidado ser optimista...ya no me sale. Más que olvidarlo, me lo han hecho olvidar. No es fácil resistir el viento siendo hormiga. Cuesta ser positivo cuando, destacando en lo que haces, tienes que esclavizarte literalmente por 500 € al mes. Encima debes dar las gracias porque, si las condiciones no te parecen "guays"...¡Ya vendrá otro esclavo más dócil! Cuesta ser positivo cuando enciendes el televisor  y, a parte de la cena, tienes que tragarte los delitos y mentiras de esos que dicen luchar por nuestros intereses y bienestar. Curiosamente, ellos solitos nos metieron en el agujero con su "profesionalidad", pero ya no se acuerdan. Tampoco ayuda el hecho de que futbolistas repeinados valgan oro mientras otros pierden sus hogares, empleos, negocios e, incluso, rebuscan en contenedores algo que llevarse a la boca. Demasiados sueños rotos y caminos torcidos. Demasiado tembleque de piernas. Demasiado reírse en nuestras caras. Cuesta entender por qué, siendo todos humanos, unos viven como auténticos dioses y otros como verdaderos animales. 

jueves, 25 de julio de 2013

Grandes cuestiones

             En la vida van surgiendo preguntas que inquietan "¿De dónde vengo?" "¿A dónde voy?" "¿Cuál es mi misión?" Las llaman grandes cuestiones de la humanidad. Llegan antes o después, pero llegan, y cada uno las responde según los vatios de su bombilla. Los hay que escriben libros, los hay que prefieren seguir viendo Tele 5 y hay quien se conforma con el típico "Del trabajo a casa". Qué coño, en los tiempos que corren tener casa y trabajo está que te cagas. Preguntas trascendentales hay para aburrir, algunas tan profundas como "¿Soy feo o guapo?" Quizás no suene muy filosófica... ¿Pero quién no ha tenido esa duda ante el espejo? Ahora saldrás con frases del tipo "Lo bueno está en el interior" "No hay que ser tan superficial"  o "Lo importante es participar". Sí, sí, tienes razón, con los años el físico se deteriora...¡¡¡Pero si estás deteriorado de serie lo llevas cojonudo!!!


               La belleza es una mierda, como casi todas las cosas que no se eligen. Es una riqueza mal repartida, si es que alguna riqueza lo está. Adán tuvo suerte, debió ser el tío más afortunado de la historia. Como mucho, Eva podía compararle con gorilas y ornitorrincos.  Ahora hay infinidad de envoltorios y cada uno pasea el suyo con el orgullo que puede. No quedan otros huevos. La belleza nos persigue y algunos escapan demasiado rápido. Apenas has perdido el cordón umbilical  y ya te están juzgando: "Ay qué preciosidad" "Ay qué gordito" "Ay qué calvito" "Ay qué ojazos tiene".   De crío el aspecto no preocupa, eres guapo y punto. Mamá lo dice tanto que te lo tienes que creer, creemos hasta en los reyes magos. De mayor hay pocas alabanzas por "gordito" y "calvito", curioso. El golpe con la realidad llega en primaria, cuando el tonto de turno te saca mote. Qué bien se le da a los tontos insultar, los más rápidos del oeste. Desde ese instante el mundo deja de oler tan bien y la semilla de la preocupación comienza a germinar.

       Despertarse por la mañana sabiendo que eres guapo tiene que ser una auténtica maravilla. Yo hasta madrugaría para poder regocijarme durante más horas. Conseguir números de teléfono sin tener que pedirlos, enamorar con un guiño, comprar preservativos sin dejar que caduquen. El guapo juega en primera y siempre es finalista de la champions ligue. Para ganar solo necesita estar, que no es poco. El guapo no teme otros hombres, pues sabe de sobra que va bien armado. Qué paz interior, qué seguridad en el caminar, qué tranquilidad alberga. Nada de perder el tiempo con estrategias, flores, chistes o piropos como hace el feo. Le basta con dejarse querer. El feo está abonado al descenso, no le benefician los árbitros y se lo juega todo a un partido. El feo es sufridor, luchador, estratega. Busca debilidades, las aprovecha y no vence sin sacrificio. Celebra los goles cual animal y se conforma con el calor de la afición, de los amigos, durante la época de sequía. En su situación, irónicamente, vive casi tan tranquilo como el guapo, pues acepta su destino y sabe a lo que aspira...A la permanencia.


Siempre es bueno quererse a uno mismo
      Probablemente, quién más tiempo pierde cuestionándose su condición es el normal ¿Qué narices significa ser normal? Está en tierra de nadie, en mitad de la tabla, en otra dimensión. No destaca ni por bueno ni por malo, no sabe a qué afiliarse. Se siente feo junto al guapo y guapo junto al feo. A solas ni siquiera sabe quién es, pasa desapercibido, padece crisis de identidad aguda. Hoy aprueba, mañana suspende y pasado saca notable. Su autoestima varía más que un Pokémon, es la línea entre el amor y el odio. Ligando se vuelve majara pues no sabe a qué dedicarse "Esa es muy guapa...Esa es muy fea...Esa demasiado normal". Mira de un lado a otro cual árbitro de tenis y entre dudas pasa la noche. Regresa a casa cabizbajo, incomprendido, perdido. Casi guapo...casi feo...casi. No hay nada peor que la incertidumbre. 

Compartir es vivir, utiliza los botones.

martes, 4 de junio de 2013

En busca de talentos XVI

               Hoy no os traigo a completos desconocidos, de hecho son actores/actrices famosos, pero quizás no conocíais su lado musical. Hay gente que nace valiendo pa' to' ¿no os parece? 

Scarlett Johanson

Bruce Willis

Zooey Deschanel

sábado, 1 de junio de 2013

¿La culpa? Del maestro

               Si estuviese en mi mano, más de un padre pasaría la semana sin recreo y copiando quinientas veces "Los profesores no hacen milagros". Digo padre y digo madre, no me tachen de machista. A muchos les parece que con soltar al niño en el colegio a las ocho, apuntarle a treinta extra-escolares y recogerle a las 7, es suficiente "Que me lo eduquen, que para eso están". Según encuestas, los profesores españoles pasamos en torno a un 20% de nuestro horario en controlar la disciplina. Traduciéndolo al cristiano, perdemos quince minutos por hora en pedir silencio, conseguir que se respeten y, entre otras cosas, intentar que vuelvan a casa con vida. El año pasado pillé a una niña de nueve años con una daga en la mochila. La madre, al enterarse, respiró aliviada y dijo "Gracias, hace mucho que la andaba buscando" ¿¿¿¿Renegar a la niña???? ¿¿¿Pensar en las consecuencias??? Si hubiese ocurrido una desgracia, la culpa del maestro por no estar atento a lo que pueda surgir. 

"¡¡¡¡Quiero chuches!!!!!"
           Ayer celebramos el festival de fin de curso. Un mes preparando actuaciones en inglés para que cada familia se sienta orgullosa de su retoño "Mírale qué guapo está" Doscientas o trescientas personas en el salón de actos, cinco minutos pidiendo silencio para poder comenzar ¿Quiénes hacían jaleo? ¿Los niños? Pues no, LOS PADRES "Por favor...que vamos a empezar...por favor silencio..." suplicaba mi señora jefa. Se respetaron las cuatro primeras canciones y a la media hora volvió el barullo. Los alumnos de cuarto contaron un cuento y ni siquiera pude escucharles estando en tercera fila. Cuando todo terminó tratamos de desearles un buen verano, pero la mayoría estaba demasiado ocupada corriendo hacia la salida "A prisa hijo, que tengo el coche en doble fila". Luego decimos que los chavales están desmotivados, que no se esfuerzan por aprender, que odian el colegio...La culpa del maestro por no saber motivarles

                Hay padres incapaces de asistir a reuniones o comprarle al niño un cuaderno, pero siempre están dispuestos a darle  unas chucherías para que se calle y no llore. En clase, como no hay chucherías, al chaval no le da la gana hacer los deberes "¿¿¿Por qué mi cariñín tiene el libro sin hacer?? ¡¡Es usted un maestro incompetente!!" Claro, claro, y usted un papá ejemplar. Hay madres que sólo saben educar a sus hijos a base de gritos y bofetones, pero luego se extrañan de que el niño en el colegio sea poco menos que un matón "Si se porta mal es porque no impone autoridad, señor docente" Algo tan sencillo como preguntarle al niño por su día, o sentarse junto a él a hacer los deberes, puede cambiar su actitud 360º ¡¡Pero claro!! "Llego tarde de trabajar y no me apetece".  Es mucho mejor apuntarle a tenis, a kárate, a danza, a piano, a guitarra y a inglés, para que cuando salga solo tenga ganas de irse a la cama ¡Ya se encargarán otros de enseñarle el bien y el mal! Cada familia tiene su situación y su forma de funcionar, la respeto, pero luego no vengan a decirme que la culpa es del maestro. 

Si compartís la opinión, compartid el artículo!! 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Guión completo: Friends.

        Respondiendo a algunas peticiones, aquí os dejo el guión completo de un episodio de F-R-I-E-N-D-S. Aviso de antemano que abarca 11 páginas y, si se hiciese realidad, tendría una duración aproximada de 25 minutos. Me llevó alrededor de un mes de escritura cuando tenía 17 años. Recomiendo leerlo con tranquilidad, buena iluminación y, a ser posible, cómodamente sentado. Si hoy no es vuestro día, si estáis cansados o frustrados, ni se os ocurra intentarlo. Al igual que ocurre con los chistes, encontrar el momento perfecto es la clave. Como es lógico, os ayudará ser fans de la serie, pues llegaréis incluso a escuchar  las voces de los personajes en vuestra cabeza. Poco más que añadir, disfrutad con estos amigos dados a luz por Marta Kauffman y David Crane allá por los 90. Acepto cualquier crítica.

Pulsa en la imagen.

Actualizo: Muchas gracias por la buena acogida ¡Animaos y comentad!

martes, 21 de mayo de 2013

20.000 visitas y premio

           En noviembre me sobresaltaron las 10.000 visitas y ayer, cuando menos lo esperaba, eché un vistazo al contador...¡¡¡¡Y ya marcaba 20.000!!!! Veinte mil clics que suenan como aplausos, veinte mil subidas de ánimo, veinte mil momentos que alguien decidió dedicar a mis palabras. Un blog no da fama, y mucho menos dinero, pero le hace a uno sentirse especial, original, friki...Es una aconsejable sensación. A ligar también ayuda, la verdad. Que no salga de aquí...¡¡¡Pero me he puesto literalmente las botas!!! Es mencionar el blog y me llueven sujetadores de copa C, sobre todo desde que subo vídeos tocando la guitarra. También paso cuatro horas al día respondiendo e-mails subiditos de temperatura, ains...Es una cruz con la que debo vivir (jijiji). Eso sí, a todas les digo que son mi preferida, no se me pongan celosas y la liemos parda. En definitiva, mil gracias por vuestro respaldo. Sienta como un chocolate caliente en una fría tarde de lluvia.
Estoy pensando sacar mi propia colección ¿Qué os parece?
                Además, por si las visitas fuesen poco, "Mis relatos y este blog" me concedió el Liebster award, que viene a ser un premio de carácter simbólico que se va transmitiendo entre compañeros de afición para reconocer el trabajo bien hecho y dar a conocer blogs con menos de 200 seguidores. Desde aquí le agradezco el bonito detalle y os invito a pasaros por su espacio, el cual tengo recomendado en la columna de la izquierda. Mi obligación, de acuerdo a las bases del premio, es concedérselo a otros 11 blogs (Los cuales daré a conocer en lo que queda de mes) y responder a la entrevista que me han formulado ¡Con tanta celebración estoy por descorchar el champán!

1.¿Te planteas el blog como paso para ser escritor reconocido?
           Lo de escritor reconocido es mucho soñar, encima hay que ser muy bueno. Me conformo con desahogarme, entretener a unos cuantos y emplear el tiempo libre a mi gran afición.


2. ¿Intentas mantener una periodicidad en la publicación o lo dejas todo a las musas?
            Hasta hace unos meses sí que tenía muy marcado lo de publicar, mi reto era hacerlo cada dos días durante un año. Ya cumplí el objetivo en enero, y desde entonces me he vuelto un poco vago. Ahora se lo dejo a las musas...Espero que sigan apareciendo con frecuencia y, a ser posible, en lencería fina.

3. ¿Es tu blog una necesidad interior?
           Lo es, y supongo que a todos los bloggers nos pasa parecido. Es como el deporte para el deportista, la mentira para el político o el donuts para Homer Simpson. Si no lo hago me duelen las tripas.

4. ¿Te planteas como objetivo una imperiosa evolución?
           Me gustaría llegar a mucho más público. También me ha rondado la cabeza pasarme al "videoblog" y hacer monólogos. Tiempo al tiempo.

5.Si has tenido o tienes otros blogs, ¿este es tu prioritario?
          Tengo uno educativo, para utilizarlo en clase con mis alumnos. Nada que ver con este

6. ¿Visitas con frecuencia otros blogs literarios?
           Reconozco que soy más de escribir que de leer, pero últimamente sí que me paso por unos cuantos (Anunciados a la izquierda). Si os gustan los relatos echadle un ojo a "Mr. M", a "Humberto Dib" y a "Mis relatos y este blog". Si os gusta lo cotidiano, "Cosas que (me) pasan" es lo vuestro.

7. ¿Te sientes frustrado a veces ante lo bien que escriben otros?
          Sí, me jode que a otros se les ocurran cosas antes que a mi jajaj. Es una frustración sana.

8.¿Eso te motiva?
          Sin duda. Encima se sacan muchas ideas. Yo no lo llamaría copiar, más bien reciclar.

9. ¿Intentas parecerte a alguno de tus escritores favoritos?
          Lo cierto es que no.

10. ¿Crees que la ebullición de la blogosfera es una socialización de la cultura?
           Creo que es genial poder compartir de forma tan rápida todo lo que recorre nuestras cabezas. Una pena que lo de los blogs cada vez esté más desfasado. Leer lleva tiempo, reflexión, y eso no gusta. Muchos, cuando les pregunto por mi blog, dicen que esperan a que salga la película.

11. ¿Participas habitualmente en concursos?
          No. Encima siempre ganan los mismos. 

lunes, 20 de mayo de 2013

En busca de talentos XV

         Hace unos días descubrí en Youtube el canal de este genio, "LuzuVlogs". Es el "don de palabra" hecho persona, cómo me alegro de haberle encontrado. Tras ver un puñado de sus vídeos os aseguro que de todos se saca algo, mínimo unas buenas risas. Espero que lo disfrutéis tanto como yo y, si os parece, os suscribáis. Es lo menos que podemos hacer para agradecer su gran trabajo. 



domingo, 19 de mayo de 2013

Minuto musical

             Aviso que salgo en pijama, legañudo y sin peinar, pero es domingo y me lo merezco. Ayer estuve en un concierto de U2 y me entró el gusanillo de intentarlo. Era una banda tributo, pero en 15 minutos empecé a pensar que escuchaba a los originales. Si veis por vuestra ciudad algún cartel del grupo "Ultraviolet" y os gustan los de Irlanda, no dudéis en  pillar entrada. Noche mágica donde las haya. 

No pongáis el volumen muy alto o necesitaréis orejas nuevas.
           

sábado, 18 de mayo de 2013

Adoro las series

             Con doce o trece años, no recuerdo si por navidad, cumpleaños o por buen hijo, conseguí mi propia televisión. La puse en mi cuarto, bien elevada sobre el armario, prácticamente en un altar. Tenía más fondo que pulgadas y a veces ni siquiera pillaba señal, pero era toda mía. Menudas virguerías colocando la antena, de equilibrista. Me gustaba incluso apagada y, quizás, hasta la besé en alguna ocasión. Aquella Samsung cambió mi vida de la noche a la mañana, sobretodo de noche. Seguía acostándome rigurosamente a las 10 y cuarto, pero lo de dormir ya era otro cantar. Tras el "Adiós papá, adiós mamá" cerraba mi dormitorio herméticamente, esperaba unos minutos para no levantar sospechas y la encendía con el sigilo de un ladrón. El condenado botón hacía un ruido seco, muy desagradable, poniendo en peligro mi malévolo plan "¡¡Ñiiiaaaaaccc!!" No quedaba más remedio que camuflarlo con estornudos, menuda argucia (Hay quien tose para tapar pedos, pero eso no viene a cuento). Seguramente no engañaba a nadie  ¿Pero qué más da? Me sentía malvado y feliz. 


              Los martes se convirtieron en mi día favorito y, como habréis deducido por la foto, la culpa la tenían los del jamón. Antonio Resines, Antonio Molero y Jesús Bonilla me hicieron adorar la caja tonta, con ellos me partía literalmente el culo. Si existe el destino le felicito por haber metido a esos tres  gigantes dentro de mi televisor. Me despertaba con una sonrisa de oreja a oreja, sabiendo que "Hoy echan Los Serrano". Nada podía arruinarme el martes, imposible. Por la noche cenaba a toda velocidad ¡engullía! y me recluía en el dormitorio como una exhalación. Cerraba la puerta, estornudaba y pulsaba el 5 ¡Veía hasta los anuncios!  Me ilusionaban, me intrigaban, me emocionaban, me mataban de la risa. Eso sí, me reía bajito, no me fueran a escuchar. Al día siguiente todo el mundo comentaba el episodio en el instituto, cada frase, cada gag "Te acuerdas de cuando...jajaj" Revolucionaron la idea de serie en este país, el humor e incluso el lenguaje. Mayormente, a todos nos hacían gracia los incestos, las escobillas y la mirada sucia. Los argumentos tenían corazón, humildad y, dentro de lo que cabe, realismo. Sus guiones eran brillantes, elaborados, no se reían del espectador. Reconozco que decayeron en las últimas temporadas, hasta Resines calificó el desenlace como ridículo, pero seguían regalándonos momentos inolvidables. Desde su final, y el de "Aquí no hay quien viva", España no ha levantado cabeza en series de calidad. No sé en qué coño piensan las cadenas. 

               Afortunadamente, al otro lado del charco, existe un lugar llamado Estados Unidos que produce unas series que quitan el hipo ¡Mejor que las películas! De risa, de amor, de polis, de marcianos, de zombies...Internet nos las sirve en bandeja a cualquier hora, adoro mi ordenador. Puede sonar a friki, seguramente lo soy, pero pocas cosas son más gratificantes a lo largo de la semana que engancharse a una buena serie. Sentarse un rato, elegir capítulo y pasar media hora en la mejor compañía: Frasier, Friends, Seinfed, Breaking Bad, How I met your mother, CSI, The mentalist, Castle, House, The Sopranos, Game of Thrones, Los Simpson...Cada uno tenemos las nuestras y llegan a convertirse en parte de la familia. Reírse con Chandler Bing, caerse con Kramer, pillar al asesino con Lisbon y Patrick Jane, quitarse las gafas con Horatio, tacañear con George Costanza y Alan Harper, adentrarse en la mafia con Tony, cojear con Gregory House, zamparse unos donuts con Homer, enamorarse de Rachel Green, correrse una juega con Hank Moody o ligar con Barney Stinson...Qué buenas historias se viven sin salir de casa, cuántos amigos se hacen. Como todo lo bueno en la vida las series también terminan, dejándonos huérfanos. Yo aún aflojo el lagrimal con esta escena:



domingo, 12 de mayo de 2013

Cómo están las cabezas...

         Pensaba que aquello de "Los hombres solo piensan con la cabeza de abajo" era una simple gilipollez extendida por señoritas resentidas. Una de esas perlas que se sueltan en cafeterías tras un fin de semana para olvidar. Nosotros también tenemos nuestros brillantes lemas, todos ellos discurridos con la cabeza de arriba, pero no queda fino transcribirlos. Lo cierto es que nos encanta insultarnos, humillarnos entre géneros, es algo heredado de padres a hijos y de madres a hijas. "¡¡Los hombres son unos...!!!" "¡¡Las mujeres son todas unas...!!!", no hay charla de amigos que no desemboque en esos mares. Hablar mal de hombres o mujeres es uno de esos temas que siempre sacan del apuro cuando falta conversación, casi como hablar del tiempo en un ascensor "Parece que refresca" "Para fresca mi ex". Todos tenemos alguna anécdota bochornosa que contar, algo que les haga quedar como auténticos demonios manipuladores "¡¡No las entiendo!!" "¡¡No los entiendo!!"
              La cuestión es que, tras largo periodo de investigación, debo darle la razón a las mujeres con eso de la cabeza de abajo. Reconozco que cuando hay escotes y faldas de por medio son pocos los que mantienen la compostura. Los hay que incluso emiten balidos de ovejo y padecen tics nerviosos ¡Ni con 90 años se pierde el apetito! Allí dónde haya un parque habrá un inocente abuelito desojado ante las chavalas ¡Lo de cuidar al nieto es una tapadera! Menean el cuello con la agilidad de un árbitro de tenis, pim-pam-pim-pam, y  golpean el pavimento con sus gayatas al ritmo de la desesperación. Los jóvenes tampoco nos libramos, es ver un vaivén de caderas y tragarnos la primera farola "¿Has visto qué culo, tío?" Somos así de simples, no entiendo qué no entendéis de nosotros. Ah, y no creáis que esto es cosa de solteros. Los hay que pillan tortícolis incluso yendo con su señora de la mano. Muchas mujeres se hacen las indignadas si las miran, nos llaman guarros y nos dan de bofetones. Lo extraño es que, no queriendo que las miren, cada día enseñan más carne. Por suerte, con los años hemos depurado la técnica y ya apenas se nos nota. Disfruten con la habilidad de este caballero para asomarse al balcón:



                La moralidad, la dignidad, el sentido común o el respeto son cualidades que se esfuman del 99% de los hombres cuando alguna fémina entra en juego. Amigos de toda la vida, hermanos, terminan retirándose la palabra e incluso pasando a los puños por no hacer uso de la cabeza correcta. Se nos nubla la vista en cuestión de segundos, es vergonzoso. A todos nos suena ese código de honor acerca de respetar a las novias y las ex de los amigos, somos capaces de jurar lealtad sobre la Biblia ¡Pero qué rápido se olvidan las palabras cuando nos ponen el filete en las narices! Algunos siempre tienen hambre, no sé cómo no engordan. Lo peor es que ellas lo saben y disfrutan liando la manta más que un niño con zapatos nuevos. Millones de hombres en el mundo y tu ex tiene que intentar intimar con tu compañero de piso ¡Qué casualidad, qué pequeño es el mundo! Las hay que siempre se las arreglan para hacer más sangre, ley de Murphy. Yo, como soy tonto o algo por el estilo, nunca hago lo que no quiero que me hagan. Cuántas veces me habré ido a casa sin cenar...Por suerte, algunos de mis amigos me han demostrado ser auténticos caballeros recientemente. Gracias por vuestra integridad, os debo unas birras. 

domingo, 28 de abril de 2013

Talentos callejeros



La felicidad

           Nos encanta llevar la contraria, pero hay algo en lo que todos coincidimos: queremos ser felices. Es el propósito de cualquier persona sin importar color, continente o religión. La felicidad es lo único que verdaderamente importa al final del día. El problema llega cuando estás tan ocupado, tan absorto, que olvidas el cajón dónde la metiste. Frenas en seco tu rutina, clavas la mirada en el horizonte y comienzas a cuestionartelo todo. Tus metas, tu ciudad, tu trabajo, tus círculos, tus preocupaciones "¿Qué estoy haciendo?" Te ves a ti mismo desde fuera y tienes la sensación de no estar dónde te corresponde, de vivir entre paredes grises con un techo demasiado bajo. Reflexionas sobre qué merece realmente la pena, sobre tu presente, y sonríes con la idea de mandarlo todo a tomar por saco. Cierras los ojos y te imaginas en otro lugar. Últimamente he fantaseado con mudarme a la montaña, dejarme barba y vivir de lo que da la tierra. Luego he recordado que odio la verdura, aborrezco los insectos y las plantas me producen urticaria. 


            En general nadie parece estar demasiado contento, no nos enseñan a ser felices. Sólo hay que abrir un poco los oídos para escuchar como el mundo se queja de todo a todas horas. Damos la brasa en casa, en las aceras, en las tiendas, en el bar. De hecho, si no fuese por los problemas, muchos no tendrían ni tema de conversación. El juez quiere ser juez supremo, el ministro primer ministro y el millonario multimillonario.  El flaco quiere engordar mientras el gordo busca dietas milagrosas en Google.  La bajita se pone tacón y la alta se encoge para no llamar tanto la atención. Calvos que sueñan con flequillos y melenudos que se rapan para no peinarse. Sinceramente, somos inaguantables. Nos han vendido una felicidad basada en el inconformismo, la envidia, en lo material. Viviendas, coches, títulos, ropa, puestos de trabajo...Nos han vendido la insatisfacción eterna. Sólo hay que ver a los animales, los niños o los tontos para comprobar que la felicidad está en usar poco la cabeza y disfrutar de lo más simple.

              Normalmente, cuando preguntas por la felicidad, termina saliendo a relucir el dinero. Todos queremos dinero, porque claro, "Con dinero se pueden hacer cosas". Está claro que sin dinero no vives o vives por las justas, ¿Pero cuánto necesitamos? Es curiosa la obsesión por el dinero, yo mismo la padezco más de lo que me gustaría. Incluso con 70 u 80 años la gente se preocupa por ahorrar, como si fuese a llevarse la fortuna al otro barrio. Según los expertos, el dinero apenas si tiene influencia una vez que se cubren unas necesidades básicas. Nos preocupa conseguirlo, pero apenas pensamos en como emplearlo "Ya lo gastaré cuando me haga falta" ¿Y eso cuándo es? ¿Y si te mueres mañana? Tenemos esa costumbre de aplazar lo bueno, de ponerle fecha "Seré feliz del día 20 al 25 de agosto" La felicidad es una forma de vida, no se encuentra en las playas de Salou. Se debe practicar continuamente y dejarse de tanta chorrada. Si quieres salir, sal; si te apetece ir al cine, ve. Quince euros más en el banco no van a cambiarte la vida.

           
             Es necesario saber disfrutar, o más bien, dejarse disfrutar. Cuánto más crezco más valoro las pequeñas cosas, esas que cuestan poco pero aportan infinito. Una ducha caliente, un bizcocho de la abuela, un abrazo, un beso, 15 minutos más en la cama, tumbarse al sol con los ojos cerrados, devorar un helado, escuchar una anécdota, ponerse una camisa nueva o escuchar una buena canción. Dejar la mente en blanco, apagar el teléfono, cantar hasta quedarte afónico, decir lo que piensas, quererse a uno mismo. Qué barato ¿verdad? No pasa un día en que no estemos un instante en el paraíso.

martes, 9 de abril de 2013

En busca de talentos XIV

               Este tío no necesita ni instrumentos para hacer un cover de Rolling in the deep. Nunca termino de sorprenderme con lo que encuentro por youtube. No dudéis en dejarme algún otro vídeo interesante en los comentarios, lo publicaré sin problema.

domingo, 7 de abril de 2013

Once a week english, lesson 2

              Welcome to the second english lesson! It´s been a week since the last lesson, but don´t worry...English is back today!! Centrémonos, para comenzar, en la expresión que he remarcado en negrita "It´s been a week since..." que significa, more or less (más o menos), "Ha pasado una semana semana desde...". For example: It's been a week since your birthday (cumpleaños)...It´s been a week since I saw you (te vi)....It´s been a week since the wedding (boda). Como es lógico, si en vez de una semana ha pasado un mes, año, etc. sólo tenemos que cambiar una palabra "It´s been a week/month/year/decade since...."Atentos a "since" (desde). Lo utilizamos cuando hablamos del año, o momento específico en que ocurrió algo "I haven´t seen you since 2005" (No te veía DESDE 2005). La mayoría de la gente lo pronuncia mal y dice algo como /sains/ ¡¡NOOOOO!! Se pronuncia /sins/, con i normal.  Dicho esto, comienzo ya.


                 No voy a hablar del nombre de los alimentos, eso es fácil de encontrar en cualquier diccionario (wordreference mi preferido). Me voy a centrar en algo un poco más rebuscado, pero really useful (muy útil) en el día a día. Nada menos que comentar si el alimento se ha caducado, está amargo, se ha puesto duro o se ha quedado sin gas. Por cierto, a todos los que os interese la comida y cocinar, deberíais tener a mano un "cook book" (libro de cocina). Veamos las expresiones de hoy, todas ellas formadas con ayuda del verbo "go" (ir), cuyo pasado es irregular "went" (fui)

  • To go off = significa caducarse. For example "The meat went off" (La carne se caducó).
  • To go sour = significa ponerse agrio, amargo, como suele pasar con la leche "The milk went sour" (la leche se puso amarga)
  • To go stale = ponerse duro, rancio, como ocurre con el pan "The bread went stale" (El pan se puso duro)
  • To go flat = quedarse sin gas, como el champán "The champagne went flat" (El champán se quedó sin gas)
           

               Eso es todo por hoy, practicad un poco. Todas estas expresiones vienen genial para exámenes B2 o C1. Ahora un par de preguntas sobre la pasada clase, a ver quién ha estudiado.

¿¿¿¿¿Cómo se dice pagar la cuenta???? ¿¿¿¿E irse sin pagar????



viernes, 5 de abril de 2013

Maldito estrés

               Dicen que a todo se acostumbra uno. A la pena y a la gloria, al frío y al calor;  al trabajo, a madrugar y a la temida suegra. Incluso a la guerra, según cuentan, se le pierde el respeto cuando se convierte en el pan de cada día (El país). Parece que con el tiempo, con el uso, todo nos empieza a dar más o menos igual. De tanto repetir y repetir, sacamos dulce hasta del trago más amargo de cerveza. Si lo dicho es cierto, no entiendo cómo sigo odiando tanto los exámenes ¿Son la excepción que confirma la regla? Una vida haciéndolos y la simple palabra me revuelve las tripas "El día 11 examen" Los anotas en el calendario con tembleque de muñeca y se acercan, se acercan, se acercan... Esa angustiosa presión en el pecho, ese temor hacia los libros y el reloj, esa sensación de jugarse tanto en tan poco, ese presentimiento de fracaso estrepitoso. Prácticamente imposible olvidarse de ellos y, si por suerte encuentras ese minuto de desconexión, algún compañero de batalla llamará por teléfono para preguntarte dudas...Dudas que se suman a las que ya tenías. 


           Me acojonaban con 7, me me acojonan con 23 y, visto lo visto, seguirán consiguiéndolo cuando roce los 40 años. Los exámenes son el cuento de nunca acabar ¡Sobre todo en tiempos de crisis! Ahora todo título es poco para ganarse una nómina. Si los tengo sueño con no tenerlos, y si no los tengo también los sueño. Más que sueños, resultan pesadillas...Esa pesadilla recurrente de sentarse ante un folio y quedarse en blanco tras leer las preguntas (mientras a tu alrededor todos escriben más rápido que deprisa) ¡Esa pesadilla que en ocasiones parece hacerse real! Entras en el aula con los codos desgastados y los ojos escoltados por  profundas ojeras; tomas asiento y esperas la inminente llegada de ese enemigo al que llaman profesor. "¿Qué crees que habrá puesto? ¿Has estudiado mucho?" cuchichean varios a tu alrededor, mientras ojean los apuntes por milésima vez con la esperanza de salvar los muebles. Las uñas desaparecen mientras se escuchan sus pasos... "Recojan, sólo bolígrafo azul. Tienen 60 minutos " Algunos se lo saben, otros copian, y los hay que miran al techo con la esperanza de ver aparecer a la virgen. Ojalá, el próximo jueves, servidor sea de los primeros.


viernes, 29 de marzo de 2013

Once a week English, lesson 1

             Con esta entrada inauguro sección, esperando que sea de utilidad para todos aquellos que visitáis  Rincón de Moisés. Estudiar inglés, como maestro que soy, es una de mis obligaciones (y aficiones) diarias, por lo que veo interesante dedicar un día a la semana para compartir con vosotros algunos descubrimientos interesantes que voy haciendo en esta lengua tan infinita. Como ya habréis observado, la sección se titula "Once a week English" y contará con una lesson (lección) cada Friday (viernes). Para quienes no estén muy puestos, aclararé que -once a week- no significa 11 veces a la semana ¡Sólo una! Por ejemplo, I go shopping once a week = voy de compras una vez por semana. Si lo hiciéramos 2 veces por semana, la expresión cambiaría a -twice a week-. Para tres, cuatro, cinco o más veces, utilizamos -three/four/five/etc times a week-. Como veis, no solo utilizamos la palabra time para referirmos a la hora (What time is it?), sino también para nombrar las veces en que hacemos algo (She plays tennis three times a week = Ella juega al tenis tres veces por semana). Ya sé que algunos os lo sabíais de rechupete, pero repetir es la clave de aprender. Damos comienzo pues a ONCE A WEEK ENGLISH!!


               Me asombra (It amazes me) lo malamente que nos enseñan English ¿Cómo es posible que tras años y años de estudio no sepamos ni siquiera comunicarnos correctamente in a restaurant?  This morning me he puesto manos a la obra y he buscado vocabulario y expresiones realmente útiles (Really useful) que francamente muy pocos conocemos. "Eating out" significa, literalmente, comiendo fuera.

              En ciertos sitios tendremos que reservar mesa "To make a reservation" (I would like to make a reservation, please). Entonces nos preguntarán cuántos somos, y responderemos por ejemplo "There are four of us" (Hay cuatro de nosotros). Aunque parezca mentira, no podemos decir  "We are four" (Nosotros somos cuatro) ¡Estaría mal! 

             Si no queremos que nos roben el abrigo (The coat), deberíamos pasarnos por el "Coat check" o "Coat room", en castellano: el guardarropas. 

              Los que somos muy carnívoros, solemos tener problemas. A veces está muy hecho "Overcooked" y otras poco hecho "Undercooked". Si nos gusta casi crudo debemos pedir el filete "Medium rare" o "Medium".  Si lo queremos más hecho "Medium well" y muy hecho "Well done"

               Para terminar llega lo más doloroso, pagar la cuenta "To pay the bill / check" o "To settle up". Si somos generosos podemos dejar propina "To leave a tip". En caso de que seamos unos delincuentes, podemos irnos sin pagar "To do a walk out". Si da la casualidad de que nos encontramos un pelo en la sopa, quizás el establecimiento se hace cargo de los gastos y el camarero dice algo como "It is on the house" (paga la casa). 


ENJOY YOUR FOOD!! (Que aproveche)

miércoles, 27 de marzo de 2013

Recuerdo

              No recuerdo lo que cené hace dos noches, y pronto olvidaré lo que todavía mastico. No sé con quién hablé esta mañana, y mucho menos recuerdo la conversación. Tampoco recuerdo el precio de esta camiseta, ni siquiera dónde o por qué la compré. Mi teléfono está plagado de números desconocidos que un día creí interesantes de guardar. He olvidado por qué me peinaba de forma tan ridícula y pierdo la paciencia tratando de encontrar las llaves antes de salir. También, quizás a posta, hoy he olvidado fregar los platos. Mi memoria hace aguas, pero recuerdo perfectamente tu mirada. Esa mirada que se alegraba de mirarme y paralizaba mi reloj. Esa mirada que buscaba la mía en cada bar y se hacía la tonta al encontrarla. Esa mirada luminosa que  me hacía temblar como un  puñetero flan en la nevera. Cierro los ojos, viajo sin billete hasta  aquellos momentos y, por un instante, siento lo que sentía. Me ves, te veo, sonreímos. Odio tener que recordarlo, pues solo se recuerda lo ya perdido.

sábado, 23 de marzo de 2013

Matar el tiempo

                Hace más de 2.000 años, Nemrod, nieto de Moisés, plantó un palo en el suelo e inventó el reloj. Fue el primero en dividir el día y la noche en doce horas, respectivamente. Está mal decirlo siendo de la familia, pero...¡Mi nieto es tonto! Por su culpa llevo a mi peor enemigo atado en la muñeca. Ojalá le hubiesen dado una colleja a tiempo ¿Quién le mandaba inventarlo? Estos críos de hoy siempre saliéndose con la suya...¡Y lo que es más grave! ¿Por qué hizo los días de 24 horas? ¡No da tiempo a nada! Terminas de trabajar y ya tienes que echarte a dormir. Al menos, ya puestos, podría haber hecho las noches más largas para pegarnos mejores juergas. En fin, el chaval tenía pocas luces...¡Ahora me paso el día contando minutos! Siempre apurado, siempre preocupado por si llego pronto, tarde, o no llego. Tiene narices que algo ideado para controlar el tiempo acabe controlándonos a nosotros. Lo lanzaría por la ventana, lo aplastaría con un martillo, lo acuchillaría sin piedad. Lástima que sea él quien nos mata, y no al revés.

                   
         

            Hora de levantar, hora de trabajar, hora de coger el autobús, hora de acostar. Mi reloj es jefe y amigo; me organiza, me avisa y me mete prisa. Me da tiempo y me lo quita...Si lo miro me cabreo; si no, me pierdo ¡Lo ojeo tanto que creerá tenerme enamorado! Ni contigo ni sin ti, reloj. Cuanto más te necesito más te odio, extraña relación. Empiezo a pensar que sólo eras bonito tras el cristal de aquella tienda ¿Por qué tuve que comprarte? Pesas en la muñeca y aún más en la mente, me obligas a correr más que tus agujas. Muero de ganas por tener vacaciones, para encarcelarte en un cajón y dejar que el sol borre de mi brazo tu huella blancucha.


                   

                  No sé vosotros, pero cada día que pasa valoro más los minutos. Cinco para leer las noticias, 15 para comer,  4 de descanso para un café, 22 para ver una serie, 10 para regresar a casa y  6 para esa cerveza fría. No es lo mismo un minuto más en la cama que uno menos, adoro robarle tiempo al reloj bajo las sábanas. Ese minuto interminable para salir del trabajo, o ese minuto di-minuto antes de entregar un examen. Un simple minuto para impresionarte o meter la pata, un minuto de gloria o de bajón. Minutos que se olvidan...minutos que recuerdas. Gracias por gastar algunos leyendo este blog. 
             

martes, 19 de marzo de 2013

En busca de talentos XIII


                Si esto no es pasárselo bien, que baje Dios y lo vea. Este tío desayuna ritmo por las mañanas ¡Qué coordinación! Tratad de poneos en su situación, tocando completamente distinto con manos y pies ¡Incluso se atreve a cantar! Una pena que cuando vamos a los conciertos sólo tengamos ojitos para el cantante ¿Quién tiene más mérito?


sábado, 16 de marzo de 2013

Hasta los mismísimos

            Cinco años dedicado a la educación primaria; cinco años aguantando burlas, ofensas y menosprecios hacia mis estudios y profesión.  Está de moda reírse de los maestros y, personalmente, no veo qué interés  se puede tener  en desprestigiar un oficio del que prácticamente no se conoce nada (Ni siquiera yo, tras todo lo trabajado, alcanzo a comprender todo). Incluso personas incapaces de terminar sus carreras o, sin ir tan lejos, aprobar  un bachiller, se permiten el lujo de mirarme por encima del hombro ¡A ver si voy a ser tontito y no me había dado cuenta! Hablar sin tener ni idea es una costumbre peligrosamente extendida, y lo peor es que quienes la practican ni siquiera se percatan. Hablar por hablar...Criticar y juzgar de oídas... "Si lo dijo no sé quién será verdad". Nunca me ha atraído desprestigiar oficios, sencillamente porque no tengo ni idea de lo que otros hacen o dejan de hacer.  Supongo que cualquier persona que decide dedicar su vida a algo merece un respeto. Cuando critico, critico a los míos, pues de eso es de lo que entiendo. Que yo sepa, incompetentes hay a puñados en todas partes. No los busquen en casa del vecino, quizás les baste con mirarse al espejo.


¿Ya has terminado la universidad? ¡Vaya! ¿Qué estudiaste?
Magisterio
(Defraudado) Bah, pero eso es fácil; no tiene mérito.

         
             Conversaciones como esta he tenido a patadas. Algunas veces me hierve la sangre; otras simplemente me callo y les doy la razón como a los tontos. Para muchas personas sólo existen dos puntos de vista: el suyo y el equivocado. Si tratas de defenderte y comentas algo que rompe sus esquemas, simplemente alzan la voz y alegan que es mentira. Primeramente...¿Desde cuando se estudia una carrera porque sea difícil?, y segundo ¿Han estudiado magisterio o trabajado como profesor para poder hablar con tanta ligereza?. Es tan absurdo como quien tras una carrera de F1 suelta "¡Estaba claro que había que poner neumáticos intermedios!", y lo dice desde su sofá mientras pela unas pipas. O vivo rodeado de superdotados o no me lo explico. También están los que dicen "Yo tuve un amigo de magisterio y se pasaba el día pintando y cantando chorradas". Dudo mucho que su amigo se pasase así todo el día, más que nada porque en tres años yo sólo hice un par de manualidades (En plástica, asignatura de libre elección).   También dudo mucho de que, hablando así de él, siga siendo su amigo. De todos modos, poniéndonos en el supuesto de que sólo cantamos y pintamos, no es a nosotros a quienes debieran criticar. Más bien a los profesores de universidad, todos ellos licenciados y doctorados. Diré más, ojalá me hubiesen hecho cantar. La canción es uno de los métodos más efectivos para la enseñanza de las lenguas (Y no lo digo yo, lo dicen verdaderas eminencias). 
Las canciones contienen lengua auténtica, proporcionan vocabulario y gramática, permiten trabajar la pronunciación y favorecen tanto el conocimiento de los aspectos culturales de la lengua de estudio, como la asociación de la lengua a la cultura. A todo esto hay que añadir el poder de la música para estimular las emociones, la sensibilidad y la imaginación sin olvidar las consecuencias que se derivan de la capacidad que poseen las canciones para “engancharse” a nuestra memoria.
           
         Existe la estúpida creencia de que, como enseñamos cosas aparentemente sencillas, nuestro oficio es sencillo "Para enseñar los animalitos y los colores no hace falta una carrera" . Permítanme que me descojone de su ignorancia. Enseñar a un niño las letras, los sonidos, los números, los días de la semana, los meses o algo tan evidente como distinguir entre derecha e izquierda, es doscientas veces más complicado que enseñar la aplicación de fórmulas matemáticas a un ingeniero. Deténganse un instante, eliminen de sus cerebros todas esas concepciones absurdas, y piensen por un momento que un niño no sabe NADA ¡A un niño hay que enseñarle hasta a coger el lapicero! Yo mismo he dado clases a adultos y es un paseo en comparación. Enseñar a leer y a escribir es un completo quebradero de cabeza y las profesoras de infantil lo consiguen diariamente con 27 renacuajos en el aula ¡Me quito el sombrero ante ellas! Mostrarles la diferencia entre una suma y una resta es casi escalar una montaña, por no hablar de cuando les introducimos los decimales. De hecho, si no fuera por nosotros los maestros, esos que ahora se nos ríen serían completos analfabetos.


miércoles, 13 de marzo de 2013

En busca de talentos XII

               Freddy Mercury es irremplazable, nadie lo puede negar, pero este tío es increíble ¡Por momentos parece tener su misma voz! Hay que tener un par para ponerse a imitarle y no hacer el ridículo.



                 Y hablando de Queen, cómo no enseñaros a este maestro interpretando Bohemian Rhapsody. Dudo que en lo que me queda de vida pueda tocar la mitad de bien que él. 

domingo, 10 de marzo de 2013

Superbebientes

               Si algún día tengo hijos, supongo que seré el típico padre modélico cargado de consejos y prohibiciones "No pases tantas horas en el ordenador" "No vengas tarde" "No salgas con esa gente" "No te metas el dedo en la nariz" "¡No digas palabrotas!". Con los niños nos gusta jugar a ser policías, tenemos la convicción de saber qué les conviene en cada momento. "Esto no se hace", "Aquello no se toca", "Esto no se dice" y, mi preferida, "¡Eso es caca!" Cualquiera juraría que jamás hemos roto un plato, parece que ya nacimos viejos. Toda la infancia aborreciendo esa retahíla de normas para después terminar poniendo las mismas o peores. Con mis alumnos, quieras que no, también me las suelo dar de padre cansino. El otro día hasta les hablé de los beneficios de la fruta y la verdura ¿¿¿Cuándo narices he disfrutado yo con las acelgas??? En fin, no tenemos remedio alguno. Seguramente, cuando tenga retoños, tampoco querré que prueben gota de alcohol "Pídete coca-colitas hijo, que es lo más rico" "Para pasárselo bien no hace falta beber" "A tu edad yo estaba comiendo pipas en el parque". Lo cierto es que no salgo del bar desde que tenía 16 y, para qué engañar, emborracharse con  los amigos es uno de los mayores placeres habidos y por haber. 

              Cuando hago memoria y pienso en los grandes momentos de mi vida, casi siempre tenía un vaso entre las manos. Quizás este hecho no diga demasiado de mi, pero no hay nada como reunirse con los golfos de siempre y empinar el codo hasta mearse de la risa (Si bebes cerveza te meas literalmente). Se esfuman los exámenes, los jefes, las facturas y la vergüenza. Olvidas el reloj y te concentras en las brillantes miradas y enrojecidos mofletes de los allí presentes. Todos sonriendo, todos con algo que aportar. Cada pocos minutos se brinda y cualquier motivo es bueno "Esta por los colegas" "Esta por aquella golfa que te puso los cuernos" "Esta  por la cara de tu madre cuando te vea llegar". Si algo nos encanta es airear los trapos sucios del resto y contemplar cómo se ponen, si cabe, aún más rojos. Todo vale cuando se bebe en buena compañía, todo se dice desde el cariño "Tú novia está buena" "Cada día estás más feo" o "Preséntame a tu hermana, cabronazo". Las viejas anécdotas se rememoran sin pausa y se convierten prácticamente en leyendas mitológicas "¿Recuerdas aquella vez que nos cacheó la guardia civil?" Cada vez que las cuentas añades más fantasía y acabas por creerte hasta las mentiras.

                Con 15 años algún valiente robaba vino de su padre y lo traía escondido en la chaqueta cual tesoro. Lo tomábamos a escondidas, nerviosos, como si se estuviese cometiendo un delito. Un traguito bastaba para ponerse completamente piripi y caminar haciendo eses ¡Te entraba la risa floja! A veces te emborrachabas con olerlo y otras simplemente con leer la etiqueta ¡Qué poderosa es la imaginación! Si había chicas delante todo era poco para impresionarlas, a cual más borracho. No sé qué manía tenemos con querer impresionar a las chicas haciendo el gilipollas, pero es algo que hacemos de por vida (Y lo peor es que a ellas parece gustarles). Después comienzan los botellones en parques a pesar de que esté helando, por no hablar de cuando papá y mamá te dejan ir en autobús a las fiestas de otro pueblo. Entrar en los bares es todo un acontecimiento, sobre todo si eres menor. Ahora parece estar más controlado, pero hubo una época en la que los pubs parecían guarderías. Caminábamos sacando pecho y mandábamos a pedir al que tenía más barba.  La universidad ya es el colmo de los colmos...Cada jueves hay juerga por cualquier motivo y, a altas horas, las discotecas parecen un episodio de "The walking dead" (Es una serie de zombies).

Tranquilos, que antes de marchar lo limpian todo.

              Cabe mencionar que no todos los borrachos son iguales, especialmente si nos pasamos de la ralla. A cada uno le da por una locura distinta en función de su personalidad y de la cantidad ingerida. Los hay graciosos, bailarines, ligones y románticos, pero también los hay que dan verdadera pena, miedo y asco. Creo que el alcohol multiplica tanto las virtudes y como los defectos. De entre todos los tipos el que más odio es el agresivo. Esos que se creen Arnold Schwarzenegger y quieren zurrar a cualquiera que les roce, les pise o les mire. También aborrezco a los que te hablan muy de cerca y no dejan de echarte el aliento. Veamos más categorías:
  • El borracho zombie: huele mal, no se mueve por sí solo y emite sonidos inteligibles. Normalmente algún buen samaritano termina llevándole a casa.
  • El borracho saltarín: sus chistes sólo tienen gracia para él mismo, baila como si un alien le fuese a salir del cuerpo y espanta a todas las mujeres. Luego dice que no se acuerda.
  • El borracho depresivo: recuerda hechos amargos de su pasado, como el día en que cortó con su novia o el día en que murió su perro. Trata de contárselo a todo el mundo  e incluso termina llorando.
  • El borracho Pavarotti: se pone a cantar cualquier cosa, ya sea sólo o con otros Pavarottis (El himno de su equipo, Nino Bravo, serenatas de despecho...)
  • El borracho currante: sólo habla de estudios y trabajo. 
  • El borracho Yelsin: coge una botella de algo fuerte y se la bebe a palo seco.
  • El borracho exhibicionista: le gusta enseñar sus partes en público. 
  • El borracho Travolta: baila de formas muy extrañas y cree hacerlo bien, pero todo el mundo se le ríe. Tropieza con la gente, tira copas y, si tiene suerte, encuentra a otro de su especie.
  • El borracho mobiliario: está muy cansado. Se queda apoyado en la barra y termina formando parte de la decoración. No molesta.
                 

domingo, 3 de marzo de 2013

jueves, 28 de febrero de 2013

¡A comer!

               Por muchos años que viva nunca triunfaré como bailarín de claqué,  nunca besaré a Elsa Pataky y nunca veré a mi abuela satisfecha con mi peso. Con seguridad, esta última es la más improbable  de las tres opciones (Prepárate, Elsa). No sé qué ocurre con las abuelas, es inquietante, pero bajo su juicio siempre estaremos esmirriados y paliduchos "Pareces un espárrago hijo, ¿Es que no comes?" Todas sufren esa extraña obsesión con la comida, ningún nieto se libra de crítica. Ya peses 60 o 120 kilos, siempre les sabrá a poco y no dudarán en poner tu salud en entredicho. Las  viejecitas adoran a los niños gordos, es evidente, aunque prefieren llamarles hermosotes o ricos "¡Qué hermosote el hijo de la Encarni, está más rico!". En su diccionario la palabra gordo es tabú, excepto para faltar al respeto a sus maridos. Los pobres abuelos no pueden probar bocado ¡Totalmente prohibido! "Hoy ni catar el jamón, Francisco, que estás muy gordo y se te sube el colesterol" El bocadillo para el nieto y las migajas para el abuelo, así están las cosas. La primera vez que escuché el cuento de Hansel y Gretel pensé que mi abuela también quería comerme ¿Por qué si no iba a estar tan interesada en mis kilitos? 


Otra de esas frases célebres de abuela
            Alucino cuando ceno en casa de mi "yayos". Empanadillas, calamares y  embutido para picar; primer plato, segundo plato y descomunal ensalada; cuajada, yogur, helado, tarta, bombones, fruta, café, galletitas...Teniendo en cuenta la cantidad de platos, botellas y barras de pan que mi abuela logra colocar sobre la mesa de cocina, no entiendo cómo todavía no ha ganado algún concurso de Tetris ¡Siempre encuentra sitio para todo! Pasada la cena, cuando te sueltas el cinturón y sientes temor por reventar cual piñata, la abuelita se acerca dubitativa y lanza entre sonrisas la venenosa pregunta "¿Quieres repetir amante? ¡No te de vergüenza pedir"  Normalmente, ante  situaciones peligrosas, decimos estar "Entre la espada y la pared". Yo, personalmente, acuñaría la expresión "Entre la yaya  y la pared". Decirle a una abuela que no es una falta de respeto brutal, es una ofensa hacia su persona ¡Es condenarse a muerte! Cuando una abuela pregunta no espera respuesta, hará lo que le apetezca.  Podrás negarte 80 veces, pero acabarás  sin voz y con otro plato a rebosar bajo tus narices.

               En casa de  los yayos uno se olvida de ser adulto, allí siempre somos unos chiquillos.  Las abuelas sienten orgullo descomunal por sus nietos y no dudan en demostrarlo ante el público. Es frecuente encontrárselas poniéndote por las nubes delante de sus vecinas "¡Pues mi nieto tiene dos carreras y conoce al presidente!" "¿Ah sí? Pues el mío es el más guapo del pueblo" Parecen disputar algún tipo de competición (La mía aún saca a relucir que gané un concurso de dibujo con 7 años). A las abuelas también les encanta compararte con tu padre, y papá siempre sale perdiendo "Qué alto estás y qué pequeñajo has dejado a tu padre". Nos quieren con locura, son geniales. Si algún día me hago político dejaré en sus manos la campaña electoral "Vota a mi nieto, que es muy majo". En fin, mañana me toca visitarla...Mejor voy haciendo sitio en el estómago.

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sábado, 23 de febrero de 2013

En busca de talentos X

               ¿Qué no hará esta chica cuando sea mayor? Estoy convencido de que  el talento es innato ¿Tenéis alguno? El mío, dormir. Os dejo con Connie Talbot versionando a los Beatles, 11 años de pura magia. Si además de cantar bien, se porta bien y saca buenas notas, me la pido de hija.


viernes, 22 de febrero de 2013

Malas costumbres

               Los envoltorios, al suelo. Los cigarrillos, al suelo. Los chicles, al suelo. La educación, por los suelos. Decía un funcionario belga que España es un país donde se tira todo al suelo y se paga a otros por recogerlo. No sé si es chulería, guarrería o estupidez, pero utilizar las papeleras dista de ser costumbre.    Las papeleras de adorno y los aeropuertos para pasear ¡Con dos cojones! Tampoco es costumbre, al menos entre machos, lavarse las manos después de orinar en los bares ¿Tanto cuesta pasarse un agua? Llamadme exagerado, pero con tanto asqueroso suelto no sé cómo siguen llamándolo "Lavabo de caballeros". Costumbres hay, muchas y muy malas. Alardeamos de lo que no tenemos, trabaja uno y miran cuatro, vivimos la vida ajena antes que la propia, utilizamos una palabrota por frase, damos largas para evitar ser sinceros, sospechamos del extranjero, mangamos en el curro y, para comunicarnos, gritamos. En Alemania uno habla y otro escucha. En Inglaterra todos escuchan y ninguno habla. Aquí todos gritamos pero nadie escucha ¡Olé, olé y olé!

Así se vacía el cenicero del coche.

             Otra adorable faceta nuestra es la de hacernos los simpáticos con personas que, sinceramente, nos importan un carajo. Si en los juegos olímpicos existiese la hipocresía social como modalidad, nos llevaríamos el oro, la plata y el bronce. Descuidamos por completo a quienes realmente nos aprecian ¡A esos les tenemos muy vistos! pero hay que ver la entrega, el interés y la delicadeza derrochada con aquellos que no pintan nada en nuestras vidas. Todo son elogios, cariño, preguntas, sonrisas...Normalmente este tipo de conversaciones termina con uno de los dos participantes sugiriendo quedar más a menudo (Ambos saben que ni en mil años luz) Vean el siguiente ejemplo de dos hombres que coinciden tras 15 años en un autobús urbano.

No me lo puedo creer...¿Alfredo? ¿Eres tú?
Joder...Ma...¿Mariano? Qué sorpresa macho, estás igual (mentira)
No ha llovido ni nada...¡Cómo me alegro de verte! (mentira)
Y yo, y yo...(mentira) Oye y...¿Y qué tal todo? 
Bien, bien (mentira)
¿El trabajo, la mujer?
Bien, todo perfecto ¿Tú cómo vas? 
Inmejorable, sobre ruedas, jeje (mentira, se divorció)
¡Pues eso es lo que importa! Oye, que me bajo en esta parada. A ver si nos vemos más ¿Eh? 
Sí hombre sí, yo te doy un toque y nos ponemos al día (mentira, ni tiene el número)
Venga, eso está hecho golfo. Hasta luego (Hasta nunca)

          Por último, y no por ello menos odioso, mencionar nuestra INCAPACIDAD para felicitar a alguien por sus buenas cualidades. Felicitar, lo que se dice felicitar, sólo lo hacemos por navidad y en los cumpleaños ¿Habéis felicitado a alguien por ser buena persona, por ganar mucho dinero, por su belleza, generosidad, inteligencia, humor, paciencia o dedicación en el trabajo? Resaltar las virtudes no se lleva, para qué nos vamos a engañar ¡La envidia abunda! Por el contrario, si metemos la pata, falta tiempo para que se entere todo el mundo. Lo malo gusta, lo malo vende. Perdurarán nuestros fallos, pero nunca nuestros aciertos. Los jefazos son expertos en este ámbito. Por muchas horas que metas "by the face", siempre recordarán ese día en que llegaste 15 minutos tarde. 


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lunes, 18 de febrero de 2013

Elegir

             En lo referente a las artes amatorias, siento lástima por el papel que como hombre me ha tocado interpretar. Les ruego disculpen mis palabras, pero he de reconocer que nuestro guión es una mierda. Tengo la sospecha de que Adán estaba durmiendo el día en que a Dios le dio por repartir la dignidad, el orgullo y la capacidad de elegir. Para cuando el pobrecillo abrió los ojos y se puso en pie, Eva ya había succionado los citados superpoderes y se hallaba peligrosamente endiosada. En caso de que Adán desease pasar un buen rato, más le valía arrastrarse tras ella por todo el jardín del Edén cual baboso gusano "¡Qué hermosa eres Eva! ¡Qué preciosos andares! ¡Qué magnífica melena! ¿Cómo puede gozar servidor de su grata compañía?" Cada piropo engrandecía más a aquella plebeya, qué terminó convirtiéndose en princesa y llegando a reina. El insignificante Adán ya no sabia qué más hacer...¡Cuán complicadas se habían vuelto las cosas! ¡Qué incapacidad para satisfacer su apetito! No le quedó otro remedio que volverse a casa e inventar la zambomba. Al menos, siendo optimistas, era el único hombre del lugar.

           El autoestima del 99% de los hombres es de auténtica pena. Abunda un derrotismo y un conformismo que asusta. Yo creía que frases como "En tiempo de guerra cualquier agujero es trinchera", "No hay mujer fea por donde mea" o "Mientras tenga rendija, aunque sea una lagartija" eran simples chistes, simples tonterías que uno dice... ¡¡Pero NO!! Lo de elegir no va con nosotros o, al menos, no con la mayoría de nosotros. Aquí todo vale mientras uno engañe al hambre. Da igual feos que guapos, altos que bajos, rubios que morenos, gordos que flacos ¡Todos suplicando por un poco de atención nocturna! Parecemos condenados a subir la moral femenina, obligados a aguantar lo que nos echen por humillante que resulte "¿No puedes quedar el lunes cariño?... ¿Y el martes?... ¿Y el mes que viene?" A mi, sinceramente, este rol ni me gusta ni me ha gustado nunca. Ligar está muy bien, no vamos a negarlo, pero no con cualquiera ni en cualquier momento. Hay vida más allá. Parece que vivamos en una continua época de apareamiento ¿Por qué tanta prisa?

                
                     Llámenme exquisito, pero suelo permitirme el lujo de elegir ¿Acaso no lo hacen ellas? Hay chicas que me gustan y chicas que no me gustan. La desesperación no influye en ninguna de mis decisiones. Que me gusta y puedo, pues adelante. Que me gusta y no puedo, pues a seguir bailando. Que gusto y me gusta, cojonudo. Que gusto y no me convence, digo que no. Ligar, por bien que nos haga sentir, no es una función vital. No es como respirar o beber. Personalmente, no veo ninguna ganancia en hacer algo por el simple hecho de anotarse un tanto "Buah, ayer me lié con tres colega" No soy de los que disparan y luego se echan las manos a la cabeza. No soy de los que se arrepienten al día siguiente y le echan la culpa al alcohol "Era fea, pero es que iba borracho y no me acuerdo" Estoy seguro de lo que hago, y también de lo que no hago. Quizás no tenga demasiadas experiencias, pero siento orgullo por todas ellas.