¡Qué manía te tengo! 1x05

              Desde la anterior entrega  he tenido el enorme placer de conocer a otros tres tipos de individuo odioso. Yo que pensaba que ya se me habían agotado las ideas...Con ustedes:

• "La interesada": aunque disimule la mar de bien, sólo se arrima al árbol buscando sombra. Donde pone el ojo pone la bala, no va perdida. A primera vista cualquiera diría que es más inofensiva que el osito de mimosín, pero por sus venas circula auténtico veneno. Dirá lo que tenga que decir y hará lo que tenga que hacer con tal de chuparte hasta la última gota de sangre, cual garrapata. Acuchilla por la espalda sin pestañeo y utiliza a las personas como simples medios para alcanzar un fin, saltando de una en otra sin descanso. Nunca olvida su objetivo y siempre sigue el plan marcado. Una vez le abres la puerta estás completamente perdido. Para cuando descubres el pastel ya es demasiado tarde y solo puedes poner cara de bobo "Y yo que pensaba que era buena gente..."

• "El borracho de discoteca": Suele estar solo y va dando tumbos de lado a lado, como si fuese una peonza. Su misión es dar el coñazo a cualquiera que pille con las defensas bajas. Empuja, pisotea y regala mal aliento a todo su alrededor, qué adorable. Su obsesión es chocarte la mano, contarte sus penas, soltar tres tacos cada dos palabras y observar a las chicas cual obseso sexual. Huele a sudor, tabaco y alcohol barato. Derrama  cubatas sobre sí mismo y sobre los que le rodean con preocupante frecuencia. Suele terminar enzarzado en peleas con otros de su misma especie. Qué peligro...

• "La madura": asocia la madurez a la ausencia de sentido del humor. No ríe ningún chiste y no disfruta con ninguna broma. A su juicio todo son niñerías, tonterías y pérdidas de tiempo. Su rostro suele expresar desprecio, aburrimiento. Carece de ilusiones, aficiones, sueños, ganas...Es demasiado realista para esas cosas, demasiado mayor. Suele decir aquello de "Ya es hora de que vayas creciendo..." a cualquiera que se salga de sus esquemas. Amarga cualquier celebración con sus frases lapidarias. Puede decirse que nació vieja.