miércoles, 20 de junio de 2012

De bueno, tonto

          Hace años era demasiado bien pensado. Sí...sí...¡Una auténtica monjita de la caridad! Confiaba y me creía cualquier patraña que sonase bien. Es el famoso síndrome "de bueno, tonto" ¿Os suena? No es que ahora sea demasiado espabilado, soy un hombre, pero algo voy aprendiendo sobre ciertos asuntos. Ya no me fio ni de mi sombra, para que nos entendamos. En parte es bueno y en parte es malo, como en todo. A veces me encantaría regresar a ese estado de credulidad absoluta donde me ilusionaba y desvivía por cualquiera, pero no es nada sano para el cuerpo serrano. Ahora trato de mantener los pies pegados al suelo, lo que resulta aburridamente aburrido pero evita vivir con un constante subi-baja. Los columpios terminan por agotar.

           Ya he dicho en otras ocasiones que allí donde haya un "buenecico" habrá una plaga buscando exprimir hasta su última gota. Esto ocurre en todas partes y en cualquier ámbito, sobre todo cuando se es joven. Tontos por trabajo, tontos por estudios, tontos por amor o tontos por amistad...Para cuando quieren darse cuenta ya están de barro hasta el mismísimo cuello ¿En qué momento el bueno se transforma en tontico? Podría decirse que ocurre cuando montones de ex-tontos le avisan del peligro pero él sigue errer que erre "Que te pasase a tí no quiere decir que vaya a pasarme a mi, soy único e irrepetible" Qué pardillos somos a veces y cómo duele aquello de "Te lo dije, cacho bobo"


            No sé a vosotros, pero no paro de verme reflejado en jovenzuelos (A los que sólo paso 4 años, pero bueno). Cuatro años cambian mucho a según qué edades, aprendes y desaprendes bastante. Las ilusiones y desilusiones  parecen repetirse y repetirse de generación en generación, siempre la misma canción suena que te suena. De especiales tenemos más bien poco porque, prácticamente, a todo el mundo terminan ocurriéndole las mismas cosas. Iba a ser futbolista y... no; Iba a pasar el resto de mi vida con ella y...no; Iba conseguir ese trabajo y ...no; Me iba a forrar con mi idea y... no; Canto estupendamente y...no; Parecía un buen colega y...NO "¡¡Qué tonto he sido, cómo me engañaron! ¡¡Cuánto tiempo perdido!!"

            No digas que no te lo dije.

No hay comentarios:

Publicar un comentario