lunes, 3 de septiembre de 2012

A Inés

             Decía el gran Antonio Machado "Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar" ¿A quién no le suenan estos versos? Nos los hemos cruzado montones de veces, Serrat hasta les puso música. Incluso hay lumbreras que los usan como estado en Facebook sin especificar autor (Kminante no ai kmino, se aze kmino al andarrr), por si cuela y alguien piensa "qué listísimo es este chico, ojú". Dieciocho palabras, 18 simples palabras para detenerse a reflexionar sobre tantas cosas al mismo tiempo...Sobre todo y nada...¡Nada menos que la vida misma! Pagaría por ver el rostro de Antonio tras poner punto final y releer sus magníficas locuras...Aunque, pensándolo mejor, hubiese pagado hace días ¡que han subido el dichoso IVA!


                  Demasiado territorio que explorar sin la ayuda de un GPS. La intuición o la simple inercia funcionan como brújula en muchas ocasiones, y la aguja no señala el norte tanto como quisiéramos. Cuántas veces caminamos sin rumbo, dando rodeos y torpes pasos de ciego sin percatarnos siquiera del suelo que pisamos o del tiempo perdido. Cuántas veces chocamos con muros que prohíben avanzar o con acantilados que obligan a dar media vuelta y regresar al punto de partida. Es complicado dibujar el camino, sobre todo cuando no sabemos a dónde queremos llegar. Complicado conocerse a uno mismo, por no hablar de conocer a los demás. Hoy, tras tanto pasear, me he sentado un rato a descansar. Quién sabe a dónde iré a parar...A veces los mejores destinos aparecen sin buscar.
                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario