domingo, 25 de marzo de 2012

Esperando recompensas

       Desde la cuna,  plantaron en mi cabecita la semilla del esfuerzo. "Estudia hijo, estudia" decía mi madre. "Cuánto más te esfuerces, cuánto más trabajes, mejor te irá" decía mi padre. "No te fijes en los demás, no te compares, simplemente da lo mejor que tengas y espera" decía vete tú a saber quién. Claramente  me lo creí todo... ¿Cómo no? ¿Cómo dudar de algo que sonaba tan lógico? Tomé aquellos consejos al pie de la letra, mejor un diez que un nueve...pero...¿Po-po-por qué todas las chicas se peleaban por los repetidores? ¿Qué ganaban los estudiosos a parte de motes y números en un boletín? El plan hacía aguas.

Has visto que lista soy.
        Hay frases muy bonitas de decir, suenan precioso. Las palabras encajan como piezas de un puzzle y su mensaje es cautivador. Normalmente van seguidas de silencio y caras aleladas. Quién las suelta aparenta una inteligencia abrumadora. Me refiero a los refranes o a esas apodadas célebres que van acompañadas por su autor (Que digo yo: ¡anda que no habrá gente que haya dicho lo mismo!). Me ha dado por buscar unas cuantas sobre el esfuerzo, se llena la boca:
    • El éxito es dependiente del esfuerzo- Sófocles.
    • En todos los asuntos humanos hay esfuerzos, y hay resultados, y la fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado - James Allen.
    • Lo que hagas sin esfuerzo y sin presteza, durar no puede ni tener belleza- Plutarco.
       Queridos Sófocles, Allen y Plutarco (o como se diga), qué anchos os quedásteis, cabrones. No digo que no tengáis razón, Dios me libre...sólo digo que, al menos, no vivisteis en mi pueblo. Este mundo, mal que nos pese, está diseñado por y para los vagos. He pasado por colegio, instituto, universidad y trabajo...aún no me han dado un aplauso por buenas obras y noches en vela. ¡Qué menos que una botellita de champán y un par de Pamelas Anderson! ¿Es mucho pedir a cambio de tanto sacrificio? 

         Cuando estudiaba Primaria esperaba una recompensa en la ESO. Cuando pasé a la ESO esperaba una en Bachiller, cuando pasé Bachiller esperaba algo en la Universidad. Nada, cero patatero. Ni una palmadita en la espalda...Y lo peor no eso, no...lo más lamentable es que pases un mes preparando un examen en el que sacarás menos nota que un carnicero experto en chuletas. Allá dónde haya un verdadero currante, habrá cinco vagos sacándole partido. Hay que aceptarlo, nos invaden y llegan tanto o más lejos que cualquiera. Qué listos...

Asín se sacan las carreras, asín.

Habrá que seguir esperando el milagro...

       

2 comentarios:

  1. Lo has bordado, pero espérate cuando te sacas con el mayor de los esfuerzos del mundo, una oposición y desde el Gobierno de turno te dicen que eres un puto vago, y que hay que bajarte el sueldo.

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  2. No esperes que nadie te de la recompensa, datela tú mismo.

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