Bendita televisión.

       Cuánto se aprende viendo la tele, no entiendo por qué se la llama "caja tonta". Si ya la idolatraba antes, no veas ahora que han sacado el TDT. La verdad me cuesta imaginar invento mejor, justo lo que mi inquietud andaba buscando. Cuántos canales...¡Qué útiles y enriquecedores todos! Por más que pulse el mando nunca encuentro programa aburrido ¡Qué variedad de contenido, qué series tan bien escritas, qué cotilleos tan jugosos y qué graciosa es Eva H! 

      Aiii...la televisión...me gusta hasta apagada. A veces me reflejo en su oscuro cristal y creo tener mi propio reality. Puedo verme saludando, rascándome la cabeza, comiendo un bocata de chorizo o discutiendo con mis compañeros de piso. Igualito a Gran Hermano, pero sin edredoning... Por cierto, me encanta  GH 24 horas ¡No me pierdo ni un detalle! Los concursantes son tan ejemplares, tan graciosos, tan avispados, tan fieles a sus parejas...Menudo orgasmo cultural, no me sirva más que estoy lleno.

        Por favor se lo pido, querido lector, no me haga decantarme por un solo programa ¡Si es que todos son punteros en lo suyo! Sería como elegir la patata más hermosa o el político más honrado; demasiada competencia. Si, en caso contrario, tuviese que eliminar algo, sería el fútbol ¿Qué van a aportar 11 tíos que corren tras un balón mientras se muelen a palos? ¡Menuda violencia e irrespetuosidad!  A mi dame bien de Jorge Javier Vázquez, grande y genio. Ojalá siga en antena cuando nazcan mis hijos.

          Bueno, vale, voy a mojarme ¡no sé hacerme de rogar! Me quedo con el programa amoroso por excelencia: Mujeres, hombres y viceversa. Voy a centrarme en él ya que soy muy romántico. No soy de lágrima fácil, ni cortando cebolla, pero reconozco que este show ablanda mi corazoncito. Me emociona cada mediodía, es triste que dure tan poco...Suerte que puedo verlo repetido por internet las veces que haga falta (También tengo los Dvds). No comprendo a los que cuestionan su veracidad, es todo tan tierno...

Haz el amor y no la guerra.

         Imposible dudar del criterio de una ex-actriz porno y su fiel escudero, Pipi Estrada. Es verles y sientes estar en presencia  del más puro amor. A simple vista el programa puede parecer un anuncio de gomina, esteroides y globos, pero no se engañen. Estos majetones y majetonas no son capaces de encontrar su media naranja en discotecas o supermercados y, pobrecitos míos, se ven obligados a pasar por T5 ¡Qué duro es ser poco agraciado! Menos mal que lo importante está en el interior y ahí nadie les vence. Estoy por presentarme.

         En fin ¿A quién le importa la muerte de Megaupload? La tele es lo más mejor, SEÑOOOOORA.