Querido yo

        Más de una, de dos y de tres veces he escuchado la frase "¡Qué tontos éramos entonces!" saliendo de la boca de un supuesto adulto. Parece ser que con el paso del tiempo a todos nos da por echar la vista atrás para reírnos y criticar nuestras antiguas andanzas. Lo que hace años resultaba tan normal, tan de cajón, se convierte en estúpido si se observa a través de unos prismáticos "¿Cómo pude reaccionar así?" "¿En qué estábamos pensando?" "¿Cómo no me di cuenta?" "¿Por qué nadie me avisó de semejante ridículo?" Una pena que, con tanta tecnología, todavía no puedan enviarse mensajes al pasado. Por si las moscas ya he escrito el mío.

Querido Moisés:

         Soy tú...pero con más años, más arrugas y menos paciencia. Te envío esta carta desde el futuro para evitar que caigas en próximas tontunas. Sé que ahora estarás pensando "¿Quién es el gilipollas que está quedándose conmigo?" Yo hubiese pensado lo mismo, tranquilo. 

         Primeramente, nunca vas a ligarte a Amaia Salamanca. Es duro, lo sé...pero no nos quiere. Como compensación, te diré que aparecerá enseñando chicha en muchas revistas y películas. Vete pidiéndole a papá que ponga el ADSL y asunto solucionado.

           Ya sé que ahora te ha dado por decir que serás ingeniero, pero sácatelo de la cabeza. Las mates, física y química  son un auténtico truño. Métete a letras y disfruta porque acabarás siendo un maestrillo (A mucha honra). Hazte todas las chuletas que puedas. Total, con el tiempo, nadie recuerda lo que vio en bachiller. 

           Ni se te ocurra hacerte Tuenti, por favor. Ya lo entenderás en dos años. Perderás el tiempo felicitando cumpleaños a completos desconocidos, verás hacer el ridículo a la raza humana y aguantarás estoicamente las penas de chicas que nunca te ligarás. Es mejor que vayas al cine, a correr o a emborracharte. 

           En cuanto a las mujeres, no te ilusiones demasiado. Nunca digas te quiero ni vayas de la manita o te convertirás en un aburrido. Cómprate una chupa de cuero y finge ser todo un malote. Si lo das todo pronto ya no tendrás nada para después. Ah, y hazle más caso a Laura o te arrepentirás. En unos años estará como un quesito.

             En fin, no seas tan tonto como yo. Un abrazo:

 Tú