domingo, 6 de mayo de 2012

¡Qué manía te tengo! 1x02

 *Recomiendo echarle un vistazo a la primera entrega AQUÍ, si es que aún no la ha ojeado.          

           Ya va siendo hora de continuar con esta sección, en la cual trataré de describir con el mayor de los detalles cómo son esos individuos a los que tenemos tanta, tanta manía. Si, por casualidad, no ha tenido la inmensa suerte de conocerles a todos, dese tiempo. Si se siente identificad@ o herid@ con lo dicho, mis más sinceras disculpas. Quizás se ría, quizás sus ojos se abran o quizás termine odiando el blog. Recuerde que un espejo no tiene la culpa de que salgamos feos.  Habrá que vestirse y peinarse mejor.

           "El perdonavidas": se dice del hombre que camina tan recto que pareciera haberse tragado un palo. La cabeza siempre alta, el ceño fruncido, la mirada John Wayne, el morro bien prieto y el cerebro olvidado en casa. Se desplazan con chulesco contoneo de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, dependiendo de sus ideales políticos. Esta clase de sujeto se gusta, se quiere, se ama. Besa el espejo y se pediría en matrimonio si fuera posible. Suele llevar camiseta negra de licra y manga corta, aunque nieve. Impone más que un miura, frecuenta gimnasios. Cuando entra en un bar no esquiva, arrolla cual tanque. Si por casualidad le rozas, ve comprando lápida y haciendo testamento "¿Qué pasa tronco, te parto la cara?
            "El tecno-zombie": puede ser macho o hembra. El mundo le resulta demasiado aburrido ya que no tiene pantalla ni botones. Sus ojos son como platos y posee un pulgar ultra-desarrollado. El teléfono se ha convertido en apéndice de su cuerpo, saldría antes desnudo que sin móvil. A más minutos de batería, mayor felicidad. Teclea dentro y fuera del hogar, sin descanso. Hasta puede hacerlo boca abajo o sin gravedad. Si no tienes whatsapp no eres digno de su amistad. Nunca te mira a los ojos cuando le hablas y sólo responde con ruidos y monosílabos. Se cree  ultra popular pero en realidad es un dolor.
          "La orco-diva": ha olvidado que no es guapa. Suele llevar generosos escotes, empalagosos peinados, maquillaje de brocha gorda y mayas de leopardo. Debido a su nobleza, necesita espacio vital. Cualquier chico que entre en su perímetro es un insecto al cual exterminar. Regala miradas de desprecio y frases del tipo "antes de criticarme, intenta superarme". Pasa la tarde fotografiándose a sí misma, sin salir de casa. Luego sube las fotos a Internet, bajo el título "Yop", "Yop otra vez" o "Fea". Esboza una malévola sonrisa cada vez que alguien le dedica un piropo y te saluda un día sin otro. A pesar de tanta fachada, si lees entre sus líneas descubrirás muy poca autoestima.
 
Wappah rexulonah!!!

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