sábado, 18 de febrero de 2012

Domingo morning

           Te despiertas con ruido y de mal genio. A veces es mamá llamándote al móvil; a veces tu adorable compañero de piso llegando cinco horas tarde. Si es mamá, más te vale cogerlo o seguirá intentándolo hasta que aborrezcas esa bonita canción que fijaste como tono. Si es tu compañero, imposible no pensar que le fue mejor que a ti. Cabronazo...

              Despegas tus párpados con esfuerzo, casi parecen llevar velcro. La habitación está completamente a oscuras y vuelves a cerrar compuertas. Te giras torpemente emitiendo un gruñido. Ni sabes qué hora es, ni te interesa. Tu lengua parece llevar como funda el calcetín que te falta en un pie y la manta ha debido caer al suelo en algún cambio nocturno de posición. Qué fresquito en las garrillas.



              Permanecerías eternamente en hibernación si no fuera por la amenazante carga de tu vejiga. Ya no aguantas más, todo lo que entró quiere salir a presión. Saltas de la cama y te apresuras a levantar la persiana, pero no será tarea fácil. Tu habitación parece una gimcana, menos mal que hoy no toca examen de reflejos. La luz solar penetra en el cuarto y tu cuerpo la rechaza como si fueses un vampiro. Pones cara de chupar limones mientras observas atónito el desorden.

              Tras la ducha vuelves a parecer una persona. Enciendes el ordenador y coñectas tu red social. Montones de fotografías ridículas que darán que hablar. No tardarán en aparecer conversaciónes que comienzan con "¿cómo acabaste anoche?" y terminan con "no me acuerdo, iba muy mal". En realidad nos acordamos de todo, hasta de lo que no ocurrió. Tampoco íbamos tan mal, hasta pedimos un zumo. Nuestra resaca bien podría achacarse a ese tardío kebab. Qué costumbre tenemos todos con autoapodarnos borrachuzos, cómo si fuese algo positivo. Si tanto te disgustaba esa chica, no haber acabado con ella.

2 comentarios:

  1. Que pasada son los smartphones, ahora mismo desde mi calentita taza de WC manejo el mundo. Un saluti per tutti

    ResponderEliminar
  2. Si algo me anima a escribir el blog es que usen mis escritos para agilizar el tránsito. Espero que la maniobra haya sido satisfactoria

    ResponderEliminar